La libertad de expresión es un derecho fundamental que garantiza la posibilidad de reflejar por escrito o verbalmente una opinión o pensamiento sobre un asunto. La Constitución Española ampara este derecho, pero no es un derecho absoluto, tiene determinadas limitaciones para impedir que reivindicando un derecho legítimo se lesione el derecho al honor de otros ciudadanos o se incite al odio rompiendo la convivencia, entre otras limitaciones.
Esas son algunas de las restricciones jurídicas. Sin embargo, existen otras más simples, comprensibles y sólidas para el que escribe: la educación y el respeto al prójimo. Si somos capaces de decir educadamente lo que pensamos, respetando a los demás, nunca nos saltaremos la barrera que puso el legislador para ejercer un derecho fundamental tan importante como el de la Libertad de Expresión.
No existe ninguna ley que impida expresar una opinión, pero no son pocos los que absurdamente reivindican un derecho conquistado. Lo hacen anónimamente, porque se avergüenzan de lo que piensan, tienen la certeza de que lesionan derechos de otras personas, que caminan por el precipicio de lo permitido. No saben, ni quieren saber que ‘Nuestros derechos terminan, donde comienzan los de los demás’. Esto es lo que le puede estar sucediendo al autor de un comentario a una noticia de El Faro de Ceuta, firmado por el sr Micht. Este caballero escribía: “Soy racista, xenófobo, homófono y Castillejofobo. Es mi manera de ser, de la que estoy muy orgulloso. Es que esta basura de gobierno me va a impedir mis convicciones? Me va a impedir mis opiniones? Fascistas”.
El sr. Micht lo tiene que estar pasando muy mal, porque vive en una ciudad donde el 54% o 46% de los ciudadanos son de una raza distinta a la suya, porque no sabemos de qué raza es el Sr.Odio. Además de tener que convivir con miles de marroquíes que acceden a la ciudad para comprar o trabajar, porque no es lo mismo ser racista que xenófobo, aunque puede estar muy relacionado. La xenofobia tiene otra característica, otras connotaciones que nos puede indicar de que pie cojea este individuo. El colmo de su desgracia seria tener un vecino homosexual, una tragedia para un señor que está rodeado por todo lo que odia.
Esta apología al odio me recordó un chiste, de un individuo que fue al médico y le dijo: Doctor, odio a mi padre, a mi madre, a mis vecinos, odio a todo el mundo, a lo que el medico respondió, y para que viene usted aquí, contestando el enfermo, ¿pero no es usted el médico del odio?, respondiendo el médico: no, soy el médico del oído.
El Sr. Micht debería de ir al médico del odio -como el del chiste- para tratarse las patologías y perjuicios que tanto lo atormentan. Seguro que le recetaría una buena dosis de educación, de respeto a los diferentes, de tolerancia. Un tratamiento que podría acabar con su infelicidad, con tanto miedo al diferente, con la energía negativa que desprende y sería mucho más feliz, porque odiar tanto y a tanta gente tiene que ser una carga demasiada pesada de soportar. Debería reflexionar sobre su afición a odiar, porque todos somos extranjeros en algún momento de nuestras vidas, todos tenemos una raza distinta a millones de ciudadanos del mundo y, por supuesto, le aconsejo no visite Madrid el día del Orgullo Gay.
Bromas aparte, no debería publicar estos sucios pensamientos en las redes sociales, porque reivindicar el derecho a ser racista, xenófobo y homófobo podría incurrir en un ilícito penal tipificado en el artículo 510 del Código Penal, con penas de prisión de uno a cuatro años y multa de 6 a 12 meses, porque son expresiones que promueven o incitan directa o indirectamente al odio, hostilidad, discriminación o violencia contra personas por pertenecer a una etnia, raza o nación, sexo, orientación o identidad sexual. Esto es lo que dice el código penal y me consta que usted conoce bien este texto legal.
Si no es ofender decir que eres homofobo, es decir que odias a los homosexuales, racista que odias a otras razas, que venga Dios. Ademas firmar con nombre y apellidos en democracia es algo normal cuando lo que se dice es normal, no se ofende a nadie y no va en contra de la ley. Un saludo. Juan Amado
Sr. Amado: Ya he pedido disculpas para todas esas personas o grupos que se hayan sentidio ofendidas, si ud. o personas afines a ud se sienten agraviadas, nuevamente les reitero mi solicitud de perdón.
Un saludo.
En contestación al sr.Amado: En mi intervención nunca dije de haber participado en algún acto racista, xeńófobo u homófono, sólo, y es que ud. creo que no entendió, mi derecho a pensar libremente, no es una apología dirigida a actos que impliquen la exclusión del diferente, no es una incitación al odio puesto que no va dirigido contra nadie, es solo reivindicar la libertad de pensamiento, aunque en mi caso he cometido un error, el error de expresarlo..
De todas maneras, si mi intervención escrita ha dañado a alguien, persona o grupo, estoy dispuesto a retractarme del contenido publicado y pedir perdón a los ofendidos.
Lamento si con mi intervención escrita en este medio he ofendido a alguien, si es así, me retracto de mis palabras y pido perdón a los ofendidos.
Deberias aplicarte lo del odio a los peninsulares. Campeon.
Mi admiración y gratitud por su excelente artículo, también el orgullo de tener algo en común con Vd., mis tiempos fueron otros tiempos felizmente desaparecidos, fueron los tiempos de la oprobiosa, quedan como sabe residuos pero son personales.Un abrazo.
Chapó por el artículo y la réplica.
Excelente y claro articulo.
Por cierto que el "grafitti" de la foto se autoproclama cristiano. Que cristianismo, el de la Inquisicion, el de los curas nacional-catolicos que elaboraban la lista de los que debian ser fusilados y que daban el tiro en la nuca ?
El de los Borgia? el del cura SantaMaria en las guerras carlistas? El del bestia de Woytila? El de los que poco tiempo despues del Concilio de Nicea empezaron a ejecutar a disidentes? El cristianismo casoposo cospedaliano? El del aximoron del Cristo de la Muerte? El de los pedofilos ?
Que conste que los que me frecuentan no pueden decir el Islam me sea muy simpatico