Hafida vive con su familia en esta vivienda del Serrallo que se enfrenta a una orden de derribo. Llevan viviendo en este mismo lugar toda la vida, desde que antes era una barraca hasta que el cabeza de la unidad familiar decidió transformarla en una casa, hace ya 45 años.
Hoy se han levantado con el personal de Obimace y miembros del área de Fomento en las inmediaciones del hogar, prestos a ejecutar una orden de derribo en base a una sentencia de 2005. Denuncian que no tienen siquiera opción a un alojamiento temporal.
De momento la ejecución de derribo no se ha llevado a cabo, pero temen que las máquinas empiecen a llevarse por delante una vivienda sobre la que pesa un fallo judicial que, les han dicho, ha prescrito. Además quien acudió al juicio fue el padre de familia, que es analfabeto por lo que ni entendía lo que le estaban preguntando.
Se quejan de que si les echan a la calle no tienen a dónde ir, porque hasta los alquileres resultan complicados
Pasan las horas y confían en que la orden no se ejecute.