El sábado a muchos ceutíes nos llegó una triste noticia, esas que nunca quieres oír. Manolo Andreu nos ha dejado. Hoy con la pena de su adiós y con un profundo y emocionado recuerdo me vienen muchas anécdotas y experiencias vividas junto a él. Se ha ido una persona especial, que no dejaba indiferente a nadie, un autentico líder, un crack como se dice ahora. Manolo era un tipo genial, franco, extrovertido, amigable, de conversación amena y ocurrente. Él sabia tratar a la gente y las trataba bien, lo que hacía que pronto se las ganara. Un ser querido y respetado, y en el arbitraje muy admirado y reconocido.
Llegué al Comité en el 78, junto a Matoso, Mariano Mesa, los hermanos Sánchez Carrillo, los Hernández Peinado, San Martín, Izquierdo, Barbancho, Kuider, Olea y algunos más. Todo un elenco de jóvenes, algunos niños aún, que buscábamos a través del arbitraje estar ligados al fútbol realizando una actividad deportiva que cada día te atrapaba más y más.
Era aquel, un Comité al que le faltaba una generación de árbitros que aportamos nosotros. Un Comité con nombres ilustres, de gran trayectoria y que ya, muchos de ellos, no están entre nosotros QDEP. Rodero, Lechado, Cozar, Hernández, Castillo, Hormigo, Directivos de peso, experiencia y conocimientos. Y por supuesto grandes y excelentes árbitros. Los nacionales Luis Jaramillo, Antonio Moreno, Chicón Chaves, Pepe Jordán, Emilio García, Andreu Cuadrado, ahí es nada. Y Regionales como Lombardero, Peña, Mendoza, Machuca, García Pérez, Catarecha, Valencia, Sastre y algunos más. Entonces un Comité, una Federación, un Fútbol Ceutí y una Ceuta que nada tiene que ver con lo actual. Tal y como escribió el poeta Jorge Manrique cualquiera tiempo pasado fue mejor.
Todos ellos nos acogieron muy bien y nos abrieron sus brazos ofreciéndonos todo tipo de ayudas y consejos. Apostaron por una savia nueva que pronto devolvió esa confianza recibida en forma de árbitros ya formados.
Pero de entre todos nuestros “veteranos tutores” destacó siempre uno muy por encima del resto. Ese era mi querido y recordado Manolo Andreu, el Cruyff para todos nosotros. Durante su trayectoria como árbitro siempre apostó por los jóvenes. El debut de muchos de nosotros en categoría nacional, el mío en Ronda por ejemplo, se producían de la mano de Manolo Andreu. Siempre estaba por la labor de formar y guiar a los más jóvenes, mostrando un especial interés en ello. Fue un gran valedor de todos nosotros. Lo veíamos como el ejemplo a seguir, el espejo donde mirarnos. Manolo Andreu llegó joven, destacó pronto y ascendió rápido. Esa era nuestra meta, nuestro modelo a seguir. Él se mostraba como nuestro protector, amigo y maestro. Fue extraordinario conocerlo y aprender de él. Y por ironías de la vida, algunos de sus “alumnos” logramos alcanzar una categoría que él merecía y para la que estaba de sobra capacitado.
Cualquiera de nosotros, de cierta edad, lo recordará muy joven arbitrando los partidos mas destacados de aquella gran Regional de antaño. Sus excelentes actuaciones le hizo lograr un merecido ascenso a 3ª División.
Muy pronto comenzó a destacar en esos difíciles campos de la geografía andaluza. Campos, que no estadios, de tierra, con un publico muy cercano y encima de todos, exigente, protestón, agresivo, insultante. Campos muy complicados y que daban cierto respeto, o mejor dicho mucho miedo. Pero todo eso no hacia más que engrandecer su figura sobre el campo. Manejaba esas difíciles situaciones como nadie. Se crecía ante las adversidades. Yo, que era de los habituales en sus desplazamientos, lo conocí muy bien y como pocos, y por ello puedo decir que el bueno de Manolo Andreu era un árbitro de noble y fuerte carácter sobre el campo, valiente, demasiado valiente siempre, entero, integro, decidido, descarado, que nunca se escondía ni arrugaba, y que cuanto más se complicaban las cosas mas destacaba y mejor decidía. Ejercía un férreo control sobre el partido y sus protagonistas cuando las circunstancias así lo requerían. Su singular e impecable forma de dirigir los partidos nunca paso desapercibida. Su estilo y personalidad pronto le hicieron ser muy conocido, querido y respetado en todos los terrenos de juego. Hubo una época en la que fue conocido como el árbitro del pendiente. Sin duda su formación como árbitro fue creciendo con la experiencia que le daba ser habitual como linier, que es como se decía entonces, con Luis Jaramillo en 1ª División.
Manolo Andreu tenía buen criterio a la hora de tomar decisiones sobre el terreno de juego, mostraba siempre un buen trato a todos los que participaban en el partido, era muy inteligente y tenía una personalidad muy definida, arrolladora diría yo. Ese tener Don que mostraba siempre le hacía recibir aplausos de publico y jugadores en muchos partidos con un marcador final favorable al conjunto visitante. Y eso entonces no era fácil. Su buena condición física, su actitud cercana y dialogante hicieron de él un árbitro de excelente nivel.
Fui testigo, junto a Paco Valencia, ambos como linier, del partido de promoción Zafra - Manacor, y tras hacer un sobresaliente arbitraje, todo hacía indicar que tenía el ascenso a mano pero, por incomprensible que parezca, no ocurrió así. Fue algo muy duro de digerir por todos, sobre todo por él. Luego estuvo pocas temporadas mas en activo, una de ellas en el Comité Andaluz pero sin ningún protagonismo.
Poco después dejaba el arbitraje, y una estrella que prometía alcanzar altas cotas desapareció del siempre difícil y complejo firmamento arbitral.
A buen seguro que en otras circunstancias, en otras condiciones, hoy hubiera arbitrado en 1ª División. Y sin VAR, que a monstruos como el nos decía a todos, eso no la hacía falta.
Hace unos años, para ver a equipos locales, tuve ocasión de visitar dos veces Taraguillas, y allí siempre estaba el bueno de Manolo Andreu. Atento, abierto y encantado de ver, saludar y atender a cualquier caballa que entrara en sus dominios futbolísticos. Siempre hacía alarde de ser ceutí, un querido y entrañable ceutí.
Parece que el Cielo quiere tener un buen plantel de árbitros. DESCANSA EN PAZ MANOLO y por favor cuida de aquellos que recientemente nos han dejado. Saluda allí arriba a mi hermano Mariano, a mi querido Paco Catarecha, a Miguel García, y a Pepe Duarte.
Puedo decir que para mi fue un gran honor, un tremendo placer y un enorme orgullo haber sido durante años su ayudante, su fiel, humilde y muy agradecido ayudante.
Que bonitas palabras para esa persona que en mis tiempos de fútbol no conocí. DEP.
descansa en paz AMIGO.io escribo en mayuscola para que no dude nadie de que asi lo sentia.e compartido muy buenos momentos deentro y fuera de los terrenos de juego.seinto mucho tu perdida.pero siempre me quedara los buenos recurdos.como aquel partido entre la balona y el alhaurin el grade donde los dos equipos se jugaban el liderato y que alfinal del partido tesacaro practicament entre jugadoter y publico de ambos equipos ahombros.y al grito de torero torero.....como eso fueron muchos los recurdos.en fin io dicho hasta siempe y descansa en paz