Alberto Núñez Feijóo cree que la ley trans molesta “a la gente de bien”. Así, con estas palabras, Feijóo, cerraba el debate en el Senado.
Yo pienso que al líder de la oposición le traicionó ese inconsciente. ¿Pero qué es el inconsciente?
Para Freud, el inconsciente “es una instancia de nuestra psique, concepto que engloba todos los procesos menta que está detrás de lo que hacemos, decimos o deseamos”.
Sin darse cuenta al senador le traicionó el inconsciente, no pudo esconder una ideología, una forma de entender la sociedad, un proyecto político alternativo a una cosmovisión anclada en prejuicios sobre derechos conquistados que deben seguir avanzando sin dar un paso atrás.
Ahora el señor ‘Froid’ debería retomar el CAÑONAZO y ser él el encargado de analizar la psique de Nuñez Feijóo, someterlo a un psicoanálisis sobre lo que realmente quiso decir al respecto de “la gente de bien”.
¿Son gente de bien las mujeres que deciden abortar por los motivos que consideren?¿Son asesinas? ¿Debe la justicia buscarlas y condenarlas?
¿Son gente de bien los sindicatos que defienden los derechos de los trabajadores, que negocian convenios colectivos y animan a la presión por medio de las huelgas?
¿Son gente de bien las miles de personas que deciden no callarse cuando no pueden llegar a fin de mes con el salario mínimo?
¿Son gente de bien los jubilados que claman al cielo cuando cobran sus pensiones?
¿Son gente de bien las lesbianas, homosexuales, transexuales que reivindican dejar de esconderse y defienden la igualdad en la diversidad?
¿Son gente de bien los enfermos que deciden apagar el sufrimiento insoportable ejerciendo el derecho a la eutanasia?
¿Son gente de bien los sanitarios que salen a la calle para exigir una sanidad pública, de calidad y con acceso a toda la población?
¿Son gente de bien los que abogan por una educación laica dejando a las religiones fuera de la escuela?
¿Son gente de bien los activistas que gritan NO A LA GUERRA?
¿Son gente de bien los políticos que no se llevan ni un euro, ni un sobre, ni una mordida y que son insobornables?
¿Son gente de bien los ecologistas, los animalistas, los que ven en la corrida de toros un espectáculo bochornoso?
¿Son gente de bien los que exigen impuestos a los millonarios, a los grandes empresarios, a los bancos o a las grandes fortunas?
¿Son gente de bien los que desentierran a sus muertos pensando que las cunetas y las fosas comunes no son sitio para enterrar a sus padres?
¿Son gente de bien los que usan la libertad sin ser amenazados?
¿Son gente de bien los que piensan que los inmigrantes no son un peligro ni un amenaza para el Estado?
¿Son gente de bien los que se oponen al deshaucio de ciudadanos sin alternativas sociales?
¿Son gente de bien los que ya no pueden más y deciden encerrarse, atarse en cadena, iniciar huelgas de hambre porque las promesas de los que mandas son solo promesas?
¿Son gente de bien los que ven el cambio climático con una evidencia clara que uno de los factores determinantes es la destrucción de la naturaleza?
¿Son gente de bien los que no piensan que los sindicatos y sus liberados son una panda de vividores que no quieren trabajar y no van a renunciar a la sopa boba?
¿Son gente de bien los docentes que ven en el incesante cambio de leyes educativas una pantomima?
¿Son gente de bien los diputados que no están dispuestos a pasar por el aro por tener que plegarse a la disciplina del partido sean de izquierdas o derechas?
¿Es propio de la gente de bien denunciar las chapuzas y los derroches de los que sacan a la luz las inversiones en infraestructuras inútiles e innecesarias que son la vergüencia y el ridículo total porque no valen para nada?
El que escribe este CAÑONAZO se declara gente de mal y, todos días a las 12 hace sonar el ruido para despertar a la gente de mal, para que no bajen los brazos, para que no se retiren, para que sigan siendo gente de mal y no teman que el inconsciente también le pueda fallar a ellos.