La Operación Varsovia llevada a cabo por la Policía Nacional en Ceuta para esclarecer la comisión de delitos sexuales contra menores, que ha derivado en la detención de 4 personas que fueron puestas en libertad con cargos el mismo jueves, hunde sus raíces en meses de investigación que está protegida por el secreto de sumario.
Del seguimiento realizado por la Policía depende que se lleven a cabo más incriminaciones de adultos que mantenían relaciones sexuales con chicas y chicos a sabiendas de que eran menores de edad. Esas relaciones se conseguían a cambio de dinero, entrega de ropa, regalos o incluso suministro de droga.
De esta manera los adultos obtenían los favores sexuales de los adolescentes, todos de Ceuta, en lo que se presenta como una actuación delictiva contra la libertad sexual e incluso una incitación a la prostitución.
Secreto para proteger
Lo que ahora se conoce es la punta del iceberg, evidenciándose la existencia de unas relaciones continuadas entre menores y adultos que han sido reconocidos e identificados.
La UFAM de la Policía Nacional ha mantenido la investigación -que continúa abierta- buscando la mayor discreción al objeto de obtener pruebas que verifiquen esos contactos amén de posteriores comportamientos, contando para ello con el respaldo de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana.
Esas relaciones sexuales eran mantenidas tanto en las viviendas particulares de los adultos como en otros puntos de la ciudad.
La Policía Nacional ya ha destapado en otras investigaciones varios casos similares a este en el que adultos buscan mantener relaciones sexuales con menores a sabiendas de que no alcanzan los 18 años entrando en contacto con ellas incluso a través de otros individuos que ejercen de proxenetas.
Bajo investigación está la localización de más implicados y el esclarecimiento de nuevos delitos nacidos a raíz de estas intervenciones policiales.