No aguantan más. Simplemente piden no estar olvidados, que los servicios municipales acudan a limpiar una zona que se ha convertido en un auténtico vertedero. Esto pasa en Ceuta, en donde existe una escuela infantil cuyos accesos amanecen a diario llenos de excrementos de perros que sus dueños no recogen.
Tanto los responsables de esta escuela, ubicada en la calle Francisco Lería -detrás del estadio de fútbol Alfonso Murube-, como los propios vecinos del lugar denuncian el abandono que sufren y reclaman algo tan sencillo como que los servicios de limpieza acudan. Unos servicios que desde primeros de septiembre gestiona directamente la Ciudad Autónoma a través de Servilimpce.
Eso es posible. Más complicado es que el vecindario, los dueños de mascotas, cumplan con su obligación de no ensuciar las zonas comunes como está ocurriendo.
Un auténtico vertedero y el problema de un solar abandonado
Visitar la zona es recorrer un auténtico vertedero, un espacio repleto de heces de canes a las puertas de una escuela infantil frecuentada constantemente por los pequeños que son llevados hasta allí por sus padres, así como por los trabajadores del lugar.
Solo reclaman que haya una limpieza mayor porque, como denuncian, “nadie viene a limpiar” y están ya cansados de esta situación. “Solo pedimos que se acuerden de nosotros”, reclaman los afectados, que son tanto los propios trabajadores del centro infantil como quienes acuden hasta allí a diario.
A esta problemática situación, basada únicamente en cuestiones de salubridad, se suma otra. Y es que justo al lado hay un solar abandonado en donde se producen actos vandálicos, toda vez que acceden personas.
Se aprecia sobre todo a menores no acompañados, pero también adultos que entran de manera constante a este lugar. Piden, sobre este asunto, una intervención basada en una mayor vigilancia para recuperar la tranquilidad perdida.