La inseguridad se ha convertido en la compañera no buscada de los vecinos de Urbanización Monte Hacho y Recinto, ya que en las últimas semanas se han producido varios robos en el interior de las viviendas.
Muestra patente de que los delincuentes no descansan y de que las detenciones llevadas a cabo con anterioridad no han logrado, ni por asomo, terminar con una de las prácticas delictivas que mayor inseguridad objetiva causa, a pesar de los triunfalismos hechos público por el jefe superior del CNP en anterior comparecencia de prensa.
Son precisamente los vecinos de Urbanización Monte Hacho los que con mayor gravedad han sufrido la actuación de los cacos. La semana pasada, de madrugada, una familia residente en esta zona fue asaltada por un ladrón que consiguió colarse en el hogar por la azotea, se adentró en la vivienda y merodeó por sus distintas plantas hasta que una de las componentes familiares escuchó ruidos y se topó con el ladrón en el pasillo. Éste pudo huir no sin antes arremeter contra la mujer a la que intentó agredir, sin éxito, para después escapar llevándose un teléfono móvil y huyendo por los tejados. El robo, que ya ha sido denunciado, pudo haber dado pie a un suceso de mayor calado si el ladrón hubiera conseguido herir a la víctima, ya que portaba algo similar a un punzón.
En esta misma barriada se han producido varios robos en las últimas semanas. De hecho, antes del registrado la semana pasada hubo otro practicado también por ladrones que lograron introducirse dentro de una vivienda. Además han robado en otras casas en patios y en vehículos. Los vecinos de Urbanización Monte Hacho han denunciado la falta de seguridad en la zona ya que, aseguran, no se ve patrullas policiales a pesar del aumento de robos y que buena parte de ellos están denunciados.
En casas del Recinto también se han producido sustracciones de este tipo, siguiendo un modus operandi idéntico, ya que los cacos logran adentrarse en las viviendas escogiendo horas avanzadas de la madrugada (entre las 4.00 y las 5.00) cuando el sueño es más profundo y pueden hacerse con las propiedades ajenas aun estando sus propietarios en el interior. Es precisamente esto último lo que mayor impacto y temor genera en el ciudadano de a pie.
También en el Pueblo de San Antonio se han producido robos en las últimas semanas tanto de objetos en las casas como de vehículos, sobre todo motos, estacionados en la vía pública o en el interior de garajes.
Lo común a estos tres puntos residenciales de la ciudad es la queja unánime por la falta de policías y por la ausencia de patrullas.