Dios todo lo ve, todo lo sabe, no hay nada que no pase por su mente divina. Es omnipotente, omnisciente, benevolente y tiene bilocación (puede estar en todas partes al mismo tiempo).
Una de las frases más chulas que oí hace unos años fue mientras hacía cola para que la administración me ayudara a cumplimentar los papeles de Hacienda. Un señor, alzando la voz y con alegría manifiesta exclamó: “Vengo a cumplir con Dios".
Me gustó y supe después de su sinceridad y compromiso con el erario público.
Ese es en el Dios que yo creo; hacienda, pensiones, escuelas, hospitales, ciudades limpias, carreteras y un largo etcétera de instituciones que nos hacen avanzar y evolucionar solidariamente.
En ocasiones los malandrines se esconden para pasar desapercibidos. El ojo de Dios anda tuerto de vez en cuando e incluso existen entes infernales que lo quieren dejar ciegos.
Ayer, viendo el vandalismo que sufrió la fuente del paseo marítimo y, todos los santos días observando cacas de perros, basuras dispersas, contenedores quemados, coches ardiendo, estatuas del pueblo rociadas con pinturas, solares en las que se apilan escombros, bosques sembrados de desperdicios y todo lo que uno se puede imaginar, pensé.. “y si instalamos el ojo de Dios”: cámaras, drones, tecnologías punta para ver a los enemigos de Ceuta. Para colmo son ellos los que se quejarán de todo lo que ellos anónimamente hacen.
¿Qué problema hay? Con qué intimidad se atenta? ¿ A quién le escudriñan la libertad?
El ojo de Dios estará controlado por un comité de ciudadanos, técnicos, hombres de relevancia moral.
También podríamos disuadir a delincuentes y delincuentas: atracadores, violadores, tironeros y los que asumen la libertad como si fuera el libertinaje.
Para otro CAÑONAZO me reservo qué sucedería si eliminamos el dinerito físico por el dinero plástico Totus tuus con el Bizum y a muerte con los defraudadores.