Las obras del
CEIP Mare Nostrum de Ceuta se pusieron en marcha en la segunda quincena de agosto y los obreros prosiguen con los diferentes
arreglos. Aunque se calculaba que las ejecuciones durarían dos meses, desde el centro han asegurado que se alargarán debido a la tardanza en la entrega de materiales. Estos trabajos se están realizando a requerimiento de la Dirección General de Educación. Las obras de conservación y mantenimiento que necesita el edificio son sobre todo para subsanar las deficiencias que padece y que afectan a las condiciones de seguridad, salubridad y ornato público y que se detectaron en la
Inspección realizada al edificio en compañía de su director.
Las deficiencias afectan a la cubierta del edificio, fachadas, alfeizar de ventanas, persianas, muros, tapias y vallados, pavimento amable del patio infantil, puertas de entrada al centro desde la calle, y por último, construir un acceso a la azotea que permita el mantenimiento de la cubierta. Los operarios se encuentran ahora mismo trabajando en las fachadas del edificio principal, así como las tapias perimetrales. La deficiencia se debe a las inclemencias atmosféricas, y al tiempo transcurrido desde la última rehabilitación. El aspecto que presenta son desconchones de pintura, bofados cuarteados y manchas de humedad (mohos negros) y polución, que dan al edificio un aspecto un tanto abandonado. En el alfeizar de las ventanas, de piedra artificial, se están produciendo desprendimiento de cascotes debido a la corrosión de la varilla de acero interior. Las persianas de plástico de todo el edificio se encuentran en muy mal estado, ocasionando problemas constantes de mantenimiento.
Además, otro de los grandes problemas que presenta el edificio lo encontramos en la cubierta. Presenta filtraciones en varias aulas de la planta primera, ocasionando daños en los equipos electrónicos que se utilizan de forma habitual en todas las aulas, además de los daños estéticos ocasionados en los techos. Otra de las ejecuciones que se llevarán a cabo es la sustitución de las dos puertas cancelas de la entrada. En estos momentos se encuentran en avanzado estado de oxidación por lo que supone también un riesgo para los escolares. Las obras están teniendo que ir a un ritmo más lento ya que se están acometiendo con los alumnos en las aulas. Eso hace, por ejemplo, que el trabajo en las cubiertas sea mucho más lento y se realice sobre todo en el turno de tarde. Eso sí,
quieren tenerlo listo antes de que lleguen las lluvias porque podría suponer un riesgo importante al funcionamiento de las clases.