Era tal su deterioro que existía el riesgo de hundimiento; del proyecto de ampliación no hay novedades
La obra de refuerzo en el espigón de Benzú avanza considerablemente. No es para menos ya que existe el riesgo real de hundimiento, debido al desgaste que sufre una infraestructura especialmente castigada por los temporales y el mar.
Hace unos meses que se comenzó la actuación que ahora se centra en el refuerzo del vallado para que no se venga abajo. Además de la corrosión sufrida, sobre el espigón se han producido constantes incidencias por la presión migratoria hasta que Marruecos transformó Beliones en un auténtico búnker haciendo casi imposible el acercamiento a la playa.
Sin novedades
Al margen de esta acción está el proyecto de ampliación del espigón prometido desde hace años por la Administración central. No hay novedades. El año pasado el Gobierno aseguró que estaría ultimado para diciembre, en febrero de 2018 aún no hay acciones de reforma aunque sí se publicitó un presupuesto de 700.000 euros para su viabilidad.
Tragsa es la encargada de hacer esas obras aunque todavía ni se ha publicitado el proyecto. Lo mismo ocurre en el espigón del Tarajal, en donde no se ha practicado reforma alguna ni tampoco refuerzos.