Este domingo a las 8 de la mañana me encontraba en un célebre café del puerto dispuesto a saltarme el régimen impuesto por mi médico. Hoy toca un descafeinado de sobre con una buena ración de churros calentitos. Cuando me quedaba por dar cuenta de la última porra, se dejó de caer al lado mía un buen amiguete. Después de los saludos correspondientes me empezó a contar que esta madrugada estaba esperando la llegada de un taxi a la salida de la aduana del Tarajal, serían las tres de la mañana aproximadamente, yo venía de la celebración de un bautizo del hijo de un primo mío, cuando de repente observé como un vehículo ligero con unas luces muy raras de color verdes y naranjas aparcaba antes del badén que hay un poco antes de la zona aduanera española, creí que estaba alucinando, podía ser efecto de los tés cargados y de algún pastelito con finas hierbas que de vez en cuando ponen en los bufes de Marruecos. Me quedé muy confundido ya que los coches de servicios de urgencias normalmente utilizan unos puentes con colores naranjas además que utilizan furgones altos y muchísimo más voluminosos. Entonces me picó la curiosidad, alcanzó el máximo de su esplendor y me acerqué un poco más viendo perfectamente que en los costados habían letras árabes, era evidente que se trataba entonces de una ambulancia marroquí.
De inmediato comprendí que aunque fuera un vehículo pequeño tenía que pertenecer a un vehículo del servicio de urgencias del vecino país. A los pocos minutos vi varias personas bajarse de un todo terreno y salir corriendo dirección al lugar donde estaba parada la ambulancia. Eran dos hombres de unos treinta y tantos años y tres mujeres un poco mas maduras. Yo también me dirigí al lugar ya que mi mente curiosa y a la vez cubriéndome con los ya desplazados, pensé que uno más no significaría nada al cuadro que se había pintado en esos momentos alrededor de ese vehículo marroquí y vi como dos guardias civiles, tras preguntar a un de los hombre que se encontraba al lado del mencionado vehículo lo que pasaba, le dijo con un tono de mucho pesar y mirando hacia el suelo que “un familiar suyo estaba dentro de la ambulancia y que se encontraba muy grave con unas sondas puestas en los orificios nasales y que había pedido por favor que permitieran el traslado del mismo al Hospital Universitario de Ceuta para que lo atendieran allí”.
La Policía Nacional les indicó que llamarán a una ambulancia española para que se hiciera el traslado, como era el protocolo que se efectuaba normalmente. Pero uno de los guardias civiles viendo en la gravedad en la que se encontraba el enfermo le indicó al conductor de la ambulancia marroquí que cogiera el vehículo y le acompañará para llegar lo antes posible hacia el hospital. Saliendo ambos corriendo hacia sus respectivos coches. Pero uno de los policías nacionales empezó a dar voces diciendo que no podía hacer esto el guardia civil ya que el era el responsable en ese momento de las personas que habían entrado sin su autorización. Este rifirrafe a voces muy altas estuvo muy caliente bastante tiempo, calculo que unos cinco minutos más, hasta que se calmó y mando a un zeta al hospital para acompañar y que no se “perdiera en el camino el conductor de la ambulancia marroquí”.
A los pocos minutos volvieron tanto la ambulancia como los vehículos patrulla de la Guardia Civil y de la Policía Nacional. Ambos traían unas caras de felicidad. Por que creo que habían hecho un buen acto de humanidad ante una circunstancia extrema a pesar de los reglamentos y del fuerte frío reinante en esos momentos en ese paraje. Recordemos que el levante caballa nos cala los huesos a todos y nos pone nuestros cerebros muy atrofiados. Como muchos servicios que habrán echo en sus dilatadas carreras estando en las calles del pueblo tanto ceutí, como están ahora, como en las distintas ciudades españolas donde hayan estado destinados antes de pisar este bonito paraje español y ante todo caballa. Bonito gesto creo entender bajo mi modesto estatuto de narrador de noticias de primera mano.
Sólo queda esperar que se recupere lo antes posible este hombre que se encontraba en estas delicadas circunstancias. Muchas gracias por tu colaboración ciudadana ya que creo que estas noticias dan la pincelada de la buena preparación que tienen nuestros agentes de la seguridad pública estatal.