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El instituto Puertas del Campo celebró esta segunda edición en el entorno de las Murallas Reales, donde se creó un campo multidisciplinar en el que se sucedieron diversas actividades como la carrera solidaria, una maratón de zumba y talleres de manualidades
A las 11 de la mañana el entorno de las Murallas Reales se convertía en un campo multidisciplinar en el que se dieron cita diferentes especialidades como la deportiva, la lúdica y la artística. El artífice de esta gran jornada fue el instituto Puertas del Campo que celebró su segunda Carrera Solidaria por la Igualdad. Un evento que ponía el broche a todo un curso en el que han proliferado las acciones y talleres en los que se han trabajado valores como la igualdad y la solidaridad. La actividad de ayer tuvo como finalidad hacer una recogida de viandas, que ya comenzó hace una semana en el centro, para donar al Banco de Alimentos. Tras el éxito de la primera edición, el objetivo de este año se fijó en alcanzar las dos toneladas de alimentos, y enhorabuena a todo el equipo, porque no solo se alcanzaron sino se superaron: 2.600 kilos fue el total que el Banco de Alimentos recibirá.
A lo largo de toda la jornada los alumnos del ‘Puertas de Campo’ disfrutaron de una jornada de convivencia en un entorno diferente y espectacular, el Patio de Armas de las Murallas Reales, donde tuvieron la oportunidad de participar en diferentes actividades como colofón a la campaña realizada. Actividades como la carrera solidaria propiamente dicha, un maratón de zumba y diversos talleres y juegos se realizaron de forma rotativa a lo largo de toda la mañana y por todo el alumnado tanto del centro anfitrión como de algunos centros invitados. Además, junto a la comunidad educativa del ‘Puertas del Campo’ permanecieron los voluntarios del Banco de Alimentos.
El objetivo principal tanto de la jornada como de toda la campaña que se ha desarrollado es el de concienciar al alumnado de la vulnerable situación en la que se encuentran muchas personas. “Queremos que sean conscientes de que hay mucha gente pasándolo mal y que por lo tanto deben ser solidarios y prestarse al que más lo necesita”, explicaba el docente Antonio Álvarez. En su opinión, el objetivo se ha alcanzado con creces en las dos ediciones que han realizado. “Se implican muchísimo y están colaborando en todo. Estamos muy contentos”, apuntaba.
La jornada finalizó con la entrega de premios para los equipos ganadores en cada una de las pruebas. Además también obtuvieron su correspondiente recompensa los alumnos que más alimentos donaron, el que más patrocinadores donó o la clases, tanto de ESO como de Bachillerato, que más alimentos consiguió recaudar.
La recogida se ha centrado fundamentalmente en cuatro productos básicos: azúcar, leche, aceite y tomate frito. No obstante, se ha podido donar cualquier producto no perecedero y envasado. Para inscribirse los alumnos debían aportan un kilo de azúcar o tomate frito y un litro de leche o aceite, además de un bote de comida infantil. Al realizar la inscripción, se les aportó el denominado ‘pasaporte solidario’ con el que pudieron aumentar su colaboración a través de patrocinadores. Los patrocinadores fueron personas del entorno próximo (vecinos, familiares, amigos etc…) que aportaron a los alumnos una cantidad de comida a cambio de su participación. Una forma por la que el centro ha querido potenciar el movimiento solidario entre su alumnado y movilizar a su entorno próximo.