Dentro de los preparativos por la Noche de San Juan, Obimace adoptó medidas preventivas en el paso elevado de Juan XXIII, objeto de una inspección técnica de la Ciudad Autónoma en recientes fechas tras detectarse cierto nivel de deterioro en esta infraestructura.
La empresa municipal saneó la base de la pasarela a fin de que ningún cascote se desprendiese sobre la carretera nacional. Hace justo un año, el vecindario explicó que notaron cómo el puente vibró por la afluencia de personas que acudieron a disfrutar de los fuegos artificiales en la conocida como noche ‘más larga’.
La Consejería de Fomento dictaminó hace unas semanas que el paso elevado “no tiene daños estructurales” y, por tanto, “no hay motivo de alarma”. No obstante, encargó a Obimace la ejecución de estas tareas preventivas.