El blindaje del lado marroquí que
hace frontera con el espigón del Tarajal de Ceuta avanza y ya se aprecia el esqueleto de lo que serán las dos vallas que se ubicarán en el arenal. La colocación de la hilera de
concertinas continúa sobre la que se construyó y se extenderá por todas las escolleras, coronando finalmente esas vallas.
Es la obra con la que, a pie de frontera, responde
Marruecos tras la dejación del control que llevó a cabo en mayo, que derivó en la entrada de miles de marroquíes precisamente por este espigón. Fueron casi tres días de presión constante, de un mirar hacia otro lado que no terminó hasta que las gestiones diplomáticas al más alto nivel hicieron cambiar la actitud del vecino país. Ni las fuerzas de seguridad españolas ni el Ejército, activado en horas, podían hacer algo ante las continuas avalanchas de familias al completo o de mujeres con sus hijos en brazos.
El proyecto de blindaje se ejecuta dentro del plan de control en la zona fronteriza
Tras la famosa crisis de mayo, Marruecos volvió a controlar el paso fronterizo en el espigón y trasladó a la Guardia Civil su intención de iniciar obras tanto en el arenal próximo a Tarajal como en Benzú. Lo adelantó El Faro y dicha información va siendo confirmada con el desarrollo constante de las obras.
Así, a la construcción de una valla con concertinas que sale hacia el mar desde las escolleras se suma las dos previstas en el arenal, apreciándose ya las bases que las sostendrán y que estarán frente por frente al vallado español reforzado en su base, coronado con peines invertidos y nunca remodelado según el proyecto que presentó el propio Gobierno, en época de Fernández Díaz como ministro de Interior, tras la tragedia del 6F.
Toda la zona frente al espigón aparece ya repleta de concertinas, las mismas que retira España y que coloca Marruecos en mayor cantidad.
Con la frontera cerrada, el espigón blindado y la construcción de asentamientos a modo de auténticos fuertes en la zona perimetral, Marruecos presenta su papel de guardián en la frontera sur de Europa, obviando la actitud por la que fue condenado.