El juicio que debía haberse celebrado hoy para aclarar la situación de la joven Farah, presa desde hace un mes tras un desencuentro con un aduanero después de que su padre -discapacitado- cayera al suelo en el cruce de Bab Sebta, ha vuelto a posponerse. Nueva cita en el calendario: será el 6 de enero. La causa fue la ausencia de la representación del Cuerpo de Aduanas lo que llevó al Tribunal de Tetuán a tomar la decisión del aplazamiento de la vista.
La joven sigue cumpliendo medida privativa de libertad hasta que se celebre la vista en donde se aclare qué pasará con ella, si es condenada o si se le concede algún tipo de venia.
A la mujer, casada con un español componente de una fuerza de seguridad, se le trasladó ante el tribunal en donde escuchó la decisión de aplazamiento de la vista. Aduanas no solo ejerce la defensa del componente de este Cuerpo que denuncia haber sido abofeteado por la mujer, sino que también insiste en la petición de una indemnización en el plano civil. Los cargos que pesan sobre la fémina son insultar a los funcionarios públicos en el ejercicio de sus funciones, violencia contra ellos, tratar de importar bienes extranjeros sin licencia y objeciones al ejercicio de las funciones de la administración de Aduanas.
Los hechos se produjeron en Bab Sebta y fueron recogidos por una persona que grabó la incidencia con su teléfono móvil. El altercado vino derivado de la caída del padre de la detenida al suelo. Se trata de una persona discapacitada, lo que llevó a la mujer a mantener un desencuentro con los aduaneros. De inmediato fue detenido y ya ha sufrido la suspensión de cuatro vistas en las que iba a ser juzgada por el tribunal.
El padre de Farah ofreció una entrevista a un medio marroquí en el que defendió la inocencia de su hija y añadió que su intervención había sido provocada por la actitud de los aduaneros y al ver a su progenitor en el suelo.
A los que entran a CEUTA dando patadas y lanzando ácido y jueves les juzgaba yo por un tribunal marroquí. Allí los “.... sin fronteras” y similares no se atreven.
Todavía estoy esperando algún barco de Greenpeace saboteando la construcción de Tanger med, con el desastre ecológico que se cometió.