A las 20.20 horas de un viernes se da inicio a un recorrido con los tres integrantes de Puma 20 de la Unidad de Intervención Rápida (UIR) de la Policía Local, con salida desde la sede de la Policía Local de Ceuta, a bordo de la furgoneta 037.
La UIR, una de las unidades pioneras de la Policía Local en España en lo que a intervención se refiere y con una trayectoria de 18 años, se dedica a apoyar al resto de las unidades “porque proporcionamos una gran cantidad de efectivos de manera rápida en cualquier situación, más el restablecimiento del orden público cuando se produce cualquier alteración en cualquier barriada y, por supuesto, el control de masas”, explica uno de los integrantes de Puma 20.
Para este control de masas, en la UIR cuentan con un curso formativo del que se sienten muy orgullosos, porque son muchas las unidades que vienen a Ceuta a formarse: desde Vigo, Algeciras, Barbate, Sevilla, Valencia y Melilla “han venido funcionarios a participar en nuestro curso de formación, y eso es significativo de que tiene aceptación y está adecuado”, cuenta el efectivo.
Las funciones que cumple la Unidad de Intervención Rápida durante este tipo de recorridos son varias y durante esta noche en particular, en la que han estado acompañados de FaroTV, “van a ser en campo exterior, en las barriadas Príncipe Alfonso, Juan Carlos I, Capitán Claudio Vázquez, que son un poquito más conflictivas y, como es viernes noche, haremos algo en relación a vigilancia de botellón para la cumplimentación de las medidas sanitarias y un poquito de Poblado Marinero igual, al mismo objeto, que son las medidas de protección para evitar la propagación del covid”.
En cuanto entran en servicio, en la UIR hacen un briefing y es el subinspector el que se encarga de determinar los equipos y lo que se hará durante el recorrido, aunque siempre se van adaptando sobre la marcha. Eso sí, un punto que no deben pasar por alto ahora es revisar si ha habido alguna modificación en cuanto a las medidas sanitarias, “para tenerlo claro una vez que salgamos a la vía pública”, señalan.
De igual forma están atentos a las llamadas. “Nosotros también nos movemos con eso, cuando hay llamadas ciudadanas indicando que necesitan algo porque ha habido una alteración o una reyerta, vamos acudiendo a todas las llamadas que nos va transmitiendo la central de comunicaciones”, agregan.
Como parte del servicio de la unidad, son habituales los puntos de verificación “por el tema de seguridad ciudadana e igualmente de tráfico, porque no dejamos de ser una unidad de Policía Local ”.
Se van ubicando donde hay más tráfico y donde hay más personas, adaptándose a cada circunstancia, “y luego ya sobre la marcha el subinspector es que el va determinando qué vamos haciendo”.
Comenzando la noche, desde el punto que se instaló en la calle agrupación Norte, se observa el incendio de un contenedor de basura frente al Fuerte del Príncipe Alfonso.
En principio se decide que se haga cargo otra unidad que está muy cerca del lugar, “para proporcionar una zona de cobertura, para evitar también que se prendan los vehículos, y si pudiéramos apartar el contenedor de ese lugar, ya se iniciaría el procedimiento que tenemos de llamar a bomberos, y proporcionarle una zona de seguridad para que puedan trabajar ellos ahí, sin ser objeto de apedreamiento o de hostigamiento por parte de alguno de los vecinos”, señalan desde Puma 20.
Los incendios están dentro de lo rutinario. “Los fines de semana es siempre una o dos llamadas y entre semana por la noche puede darse dos veces a la semana, sí es cierto que en el último mes han bajado un poco”, pues se han tomado medidas y se han hecho procedimientos policiales para intentar localizar a los presuntos autores.
El mayor número de llamadas se recibe desde la zona del Príncipe Alfonso. Las quemas se producen específicamente en un descampado donde se acumula gran cantidad de basura y en la zona del fuerte, son entre tres y cuatro puntos localizados. “Lo que sucedía antiguamente que era la quema de contenedores sistemática, eso ha descendido, con trabajo de paisano se ha conseguido un poco erradicar, pero en la zona del Príncipe Alfonso no, sigue siendo cotidiano, también en Loma Colmenar, en la zona del hospital, suelen suceder también los incendios”, comenta uno de los efectivos.
Transcurridos unos minutos, nos ubicamos en la carretera del Tarajal, cerca del centro de salud, donde se instala el segundo punto de verificación para controlar los accesos a la barriada del Príncipe Felipe.
Esto se intenta hacer de forma sorpresiva, colocando varios puntos en varios accesos a la barriada, para controlar el ingreso. “Normalmente nos suelen dar indicaciones si va a ser tema de tráfico, que nos centremos en temas de documentación o si lo hacemos de seguridad ciudadana”, agregan.
Desde Puma 20 informan que los registros y localización de sustancias estupefacientes o armas prohibidas forman parte de estos procedimientos: “Dependiendo de las circunstancias y de lo que determine el jefe de servicio, vamos adaptándonos a uno u otro tipo”.
Normalmente lo que se hace es controlar vehículos, también se realizan cacheos en caso de que exista alguna evidencia de presencia de sustancias estupefacientes o armas prohibidas. Lo más común son las sanciones por no portar el permiso de conducir, pero también por la tenencia de arma blanca o estupefacientes. “Aquí en Ceuta, la posesión de sustancias estupefacientes, sobre todo de hachís, es muy habitual”, advierten.
Un dato importante es que estos puntos de verificación son rápidos, no exceden de los 15 minutos, y cuando se alargan más es porque hay que revisar varias identificaciones o comprobar en Policía Nacional los antecedentes. “Cuando empezamos un punto de verificación sabemos que empiezan a mandarse mensajes y a informarse sobre dónde está el punto, por eso tratamos de adelantarnos a esos mensajes y modificar nuestra posición”, explican.
El recorrido por las barriadas también es parte fundamental del servicio que se hace entre las tardes y las noches. En la barriada del Príncipe Alfonso, a la altura del zoco, lo primero que nos encontramos es con un atasco en el que está involucrada una ambulancia, horas más tarde otro vehículo también provoca otro.
Pero esto no es lo único y hay que estar atentos porque “puede saltar la liebre en cualquier momento, pero normalmente en la madrugada, a partir de las 10 de la noche hasta las cinco, de diez a cinco puede haber aquí más índices de actos delincuenciales en cuanto a uso de armas de fuego o algún tipo de robo”, advierte el agente de la UIR.
Tras un primera revisión a bordo de la furgoneta, lo siguiente es hacer un recorrido a pie por los callejones “a ver si localizamos algo de interés por allí y ya una vez si todo está tranquilo, vamos a la zona centro, al Poblado Marinero y zona del botellón”.
En la barriada del Príncipe Alfonso el inicio lo marca el zoco, entrando por la carnicería, poco después de las 23.00 horas.
Sobre un hombre pesa una orden pendiente de busca y captura. “Estamos a la espera de confirmar porque se ha podido localizar a una persona que tenía una orden pendiente de búsqueda y captura, y ha sido interceptado por los compañeros mientras realizaban el recorrido a pie”. Al poco tiempo y tras confirmar los datos a través del Cuerpo Nacional de Policía, se comprueba que la misma ha cesado. Ahora mismo no tiene nada pendiente.
El recorrido va a paso acelerado con Puma 20, llegando a un punto intermedio para dirigirnos hacia abajo. En cada paso, los callejones se hacen más estrechos y en la zona de Casas Nuevas se hace una intervención por posesión de sustancias estupefacientes.
Continuamos la bajada hacia la zona del transformador y desviamos la trayectoria hacia la zona de la Mezquita. Ahí finaliza el recorrido por la barriada.
La mayoría de las llamadas que se producen desde esta zona son por un disparo, por algún enfrentamiento, alguna reyerta, utilización de armas. Eso suele ser lo habitual, pero esta noche ha sido tranquila.
Sobre la respuesta de los vecinos ante la presencia policial, uno de los integrantes de Puma 20 asegura que “por lo general es bastante positiva, porque evitamos que haya gente con armas y que se produzcan altercados, el único enfrentamiento o problema lo solíamos tener con la población más joven, los grupos de edades entre 15 y 20 años, que normalmente suelen ser los que no están a gusto o no conformes con la presencia policial, pero a nosotros la verdad nos gusta trabajar aquí porque es una zona que es parte de la ciudad y que se merece también que haya seguridad como en el resto de toda la ciudad”.
Pero la situación no siempre ha sido así, sino que “ha ido evolucionando, en un principio la presencia policial siempre era vista como solo represiva y actuaba únicamente para reprimir y para actuar cuando ya estaba el problema, pero nosotros hemos ido trabajando en el barrio poco a poco”.
A medianoche y comenzando la madrugada se hacen los recorridos por las zonas de los botellones, específicamente en el Poblado Marinero y en el aparcamiento del parque Juan Carlos I. “Ahora vamos a empezar a hacer recorridos en la zona centro sobre todo para el tema del botellón, para comprobar que esté todo correcto”.
Desde Puma 20 explican que en estos lugares “pueden darse robos, hurtos de teléfonos móviles, algunas discusiones o reyertas entre grupos de jóvenes cuando ya van un poquillo pasados alcohol, suelen ser cosas leves, no dan demasiadas complicaciones”. Esta noche solo hay algunas advertencias y tres propuestas de sanción .
A las 2:00 de la madrugada termina el servicio con los integrantes de Puma 20 y el balance que hacen es que “esta noche ha sido bastante productiva”. Lo que resta es ir a la base para plasmar todas las actuaciones en sus informes, “realizamos todas las actas, los partes de servicio, donde se le da conocimiento a las superioridades de todo lo que se ha llevado a cabo, se hacen ya las novedades, y se plasma todo en un informe que se le remite a la jefatura”.
Aunque en principio se había dicho que otra unidad se haría cargo del incendio que ocurre frente al Fuerte del Príncipe Alfonso, es momento de acudir al lugar.
En cuanto a incendios de este tipo, lo habitual suelen ser vehículos con los que se ha hecho algún acto delictivo y se quiere borrar las huellas, quema de basura como espectáculo o también como emboscada al SEIS.
“Una vez que ya finaliza el equipo de bomberos, tenemos varios equipos desplegados para darle la cobertura para que puedan salir de la zona con seguridad. Principalmente cuando tenemos un tema de incendios en estas barriadas solemos hacer eso, unidades de cobertura para evitar que sufran apedreamientos o cualquier tipo de acoso”, explica uno de los integrantes de Puma 20.
En medio del recorrido con la UIR, específicamente en la avenida Juan Pablo II, a la altura de la Escultura de Enrique el Navegante, le indican al conductor de un vehículo que se detenga, por conducción errática y tras notar que habían arrojado algo desde una de las ventanas.
En el interior del coche están varios jóvenes, proceden a la revisión y el conductor le explica a los agentes que le ha llamado su madre diciéndole que estaba muy mal y que los nervios habían provocado que condujera de esa manera. Pero la respuesta del agente es que “si quiere usted llegar pronto, entiendo, es asumible, por un tema familiar, una enfermedad, lo que no se puede hacer es zigzagueando y circular a una velocidad no regulada con las condiciones de la vía, con el asfalto mojado”.
Le piden al joven circular con precaución y se le indica una sanción administrativa por conducir de forma negligente.
Se instalan varios puntos en los accesos a la barriada del Príncipe Felipe y sancionan a un conductor porque su vehículo lleva los cristales tintados. Le explican que los cristales negros le restan visibilidad, sobre todo, en horas de la noche.
“Se le ha sancionado por llevar los cristales tintados, en consecuencia le hemos informado de que debe de retirarlos y hemos procedido a su sanción por infracción al Reglamento General de Circulación por el tema de los cristales”, explica el efectivo.
Durante el recorrido por la barriada Príncipe Alfonso, se hace una intervención, específicamente en la zona de Casas Nuevas, donde se encuentran con un grupo de siete personas. Se les pide que se coloquen contra la pared y en el cacheo a uno de los jóvenes le encuentran sustancias estupefacientes, pero no hay más que reportar. “Lo único que hemos localizado han sido sustancias estupefacientes y se le va a proponer sanción”, señala uno de los integrantes de Puma 20.
“Nosotros habitualmente realizamos recorridos a pie por el interior de la barriada, en ellos si se observa algún grupo e indicios razonables, realizamos cacheos y realizamos este tipo de actuaciones si se portan armas o sustancias, en este caso hemos realizado este despliegue y como resultado solo ha habido la tenencia de sustancias estupefacientes por una persona y vamos a proceder a su sanción”, agrega. Según el efectivo, los despliegues por la zona suelen ser siempre iguales, siguiendo el mismo procedimiento, “vamos callejeando, vamos reconociendo el terreno, y a lo que surja”.
El Príncipe tiene calles muy estrechas, lo que suele generar atascos y esta noche una ambulancia necesita apoyo. “Lo que nosotros normalmente realizamos es esto, vaciamos de coches, y restablecemos el tráfico, se hace mucho trabajo podríamos denominar social, el tema de la ambulancia para que pueda sacar bien a las personas mayores”, dice el agente.
En la misma zona, horas más tarde, se procede a la revisión de un vehículo que provoca un atasco. En el interior está un grupo de jóvenes a los que se les pide su identificación. Finalmente vuelven a circular sin sanción.
Estando en el Poblado Marinero, los agentes piden a un grupo de más de 20 jóvenes sentados en una escalera que se separen, pues este tipo de reuniones están prohibidas.
A otros tres jóvenes les recuerdan que los botellones están prohibidos en la vía pública, son propuestos para sanción por incumplir las medidas sanitarias y les piden que se retiren del lugar. También a un hombre le piden su documentación.
“Hemos sancionado a un grupo que estaba realizando el botellón en el interior del Poblado, ha habido otro al que hemos informado que se retiraran debido a que eran demasiadas personas que estaban juntas y el cacheo por indicio razonable que se ha realizado a una persona de origen marroquí que estaba en la zona. Eso suele ser más o menos lo habitual, intentar buscar qué es lo que rompe la dinámica, alguna persona que no sea habitual, es lo que intentamos localizar y procedemos a los registros superficiales externos”, explican.
A unas 18 personas que se encuentran en el aparcamiento del parque Juan Carlos I y los alrededores les recuerdan que el botellón está prohibido, pero esto solo queda en una advertencia. A Pocos metros, la conductora de otro coche con música alta no corre con la misma suerte y sí se le sanciona, pero no solamente por infracción a la Ordenanza de Ruido, sino también por falta de respeto a la autoridad por un comentario que hace contra uno de los efectivos.
También en los alrededores, a otro grupo de jóvenes con un bombo les indican que no pueden hacer botellones, ni tampoco colocar música en la vía pública en horas de la madrugada. Se les propone para sanción, les piden retirarse y llevarse las bebidas.
“Hacemos mucho trabajo de noche; sin embargo, en mi caso es vocacional, a mí me encanta ser policía, para mí el sacrificio que hay a lo mejor personal en cuanto al tiempo que se pierde con la familia, pues se lleva, no importa cuando lo que se hace es a gusto y se hace con dedicación”, asegura uno de los integrantes de Puma 20, quien confiesa que la ayuda al ciudadano es lo que lo motiva.
“Cuando la gente tiene un problema, ha surgido un robo y la gente te llama, cuando ve que tú llegas y le vas a solucionar y ayudar, para mí es una de las partes más satisfactorias, el poder ser útil en nuestro trabajo, no solo como para detener delincuentes, sino también para ayudar en un accidente de tráfico, socorrer a una persona”.
Asegura que para formar parte de la Unidad de Intervención Rápida lo que se necesita es vocación, “porque aquí se echan muchas horas, hay mucho sacrificio, que no te importen las horas de trabajo, que lo hagas con cariño y a tope”.
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