No hay verano sin noche de San Juan. A excepción de los dos últimos años que,
debido a la pandemia de la Covid-19, esta cita se tuvo que suspender en Ceuta como en toda España.
Pero la de este 2022 ha regresado con más ganas que nunca. Los caballas
han acudido a las playas, sobre todo a la de la Ribera y menos al Chorrillo, con el fin de pasar una bonita velada nocturna a pie de playa. La tarde caía cuando comenzaron a llegar los primeros. Algunos se traían comida y bebida para aguantar la noche y tendían sus toallas para ocupar sitio. Desde primera hora había quienes incluso se arrojaban al agua para remojarse. En San Juan las hogueras hacen algo más que alumbrar. Las malas vibraciones y esos recuerdos nada agradables se arrojan al fuego. El objetivo no es otro que desprenderse de todos ellos para así hacer una especie de depuración y quedar limpios para mirar en el futuro venidero con optimismo.
El fuego no ha sido el único ‘sonido’ de esta Noche de San Juan. De igual modo,
la nota musical ha venido de la mano de la Orquesta Stylo, que se ha situado en el segundo espigón del Chorrillo. La Ribera también ha contado con la suya, Bohemia. Los caballas
se han arrimado para bailar, disfrutar con los suyos y así dar la bienvenida a la recién estrenada temporada estival. Los más pequeños no quedaron atrás. Ellos han correteado por la arena y han saltado de lo lindo.
Fuegos Artificiales, autorizados
La medianoche guardaba un secreto. Con el primero de los cohetes, le siguieron centenares. Hasta 610 kilos de pólvora se han usado para este espectáculo de luces que ha iluminado el cielo de Ceuta. Palmeras de colores o alguno que otro que hace su particular sonido son los que se han podido divisar desde diferentes puntos de la ciudad durante unos 20 minutos, aproximadamente. Y no hay noche de San Juan sin que arda el ‘Juanillo’, como tradicionalmente se le conoce. Este año se ha escogido la figura del virus del Covid-19.
La fiesta acabó, pero hubo quien ha permanecido durante más tiempo. No quería ponerle punto y final ya que era mejor seguir esta velada entre amigos y familia. Las hogueras iban apagándose, cargadas de malas reminiscencias. Este sonido cesó, pero aún quedó el de las tímidas olas del mar. Una melodía realmente tranquilizante que sirvió para poner punto y final a esta Noche de San Juan que comienza. Y los presentes anunciaron sus deseos, sobre todo centrados en que haya salud. Había quienes celebraban su cumpleaños y fin de curso, sobre todo, al coincidir la jornada de San Juan con la finalización de duros exámenes. El ambiente era muy bueno, con personas echadas en el suelo, otras con sus sillas y mesas, todas con mucha alegría, y aunque ardió una palmera en medio de la celebración, esta fue apagada y no pasó a mayores.