Este próximo jueves, el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan Vivas, se entrevistará con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en el Palacio de la Moncloa.
Aunque los organizadores de la manifestación de ese mismo día señalan que existe una coincidencia querida para el encuentro, no deja de ser una utilización de maniobra para llamar la atención.
No vamos a pensar a estas alturas que la agenda del presidente del Gobierno va a estar a merced de una manifestación en nuestra ciudad.
Pero yendo a lo importante, ya lo dijimos cuando se conoció que el presidente Rajoy iba a recibir al presidente Vivas.
Es una oportunidad que no se puede desperdiciar y que, a buen seguro, que Vivas no lo hará.
Sabe que se la está jugando, porque no ha encontrado solidaridad más allá de las buenas palabras en determinados ministros que tienen competencias en las cuestiones de la frontera.
El presidente de la Ciudad Autónoma utilizará sus armas, las que durante los últimos diecisiete años le han dado la posibilidad de obtener verdaderos éxitos históricos para Ceuta.
Ahora se topa con una de las etapas más difíciles de sus años de Gobierno, porque la solución no depende, única y exclusivamente, del Gobierno de España, sino también de un tercer país como es Marruecos. Pero dos países condenados a entenderse, lo primero que han de hablar es de lealtad y ahí está faltando, al menos, en este asunto.