A sus 80 años, Ahmed Liazid (Ceuta, 1939), “no se raja”, la expresión que usa para explicar que siga recorriendo el mundo para ver a sus hijos, repartidos por media docena de países y tres continentes. Doctor en Ciencias Islámicas, el único imam que ha ejercido (como un revolucionario, quitando los carteles que vetaban la entrada a los no musulmanes, introduciendo el castellano en sus intervenciones y dando su sitio a las mujeres) en las dos mezquitas principales de la ciudad, las de Muley El Mehdi y Sidi Embarek, tiene claro que Ceuta debe redoblar su apuesta por la convivencia: “Todos los ceutíes tenemos que reforzar más nuestro encuentro. Ver a representantes cristianos, musulmanes, judíos e hindúes. Hay que fortalecer la convivencia, el encuentro periódico”, subraya.
El Faro ha compartido dos tardes esta semana con Liazid en su casa de Hadu, desde donde dice que “los hermanos musulmanes, si quieren trabajar esta ciudad, deben hacerlo en tres dimensiones porque sin eso no van a lograr nada: tendrán que tener un proyecto religioso abierto y sano; un proyecto social sin diferenciar a nadie; y un proyecto político sano. Ojalá los musulmanes se unan y tengan no tantos partidos, sino uno que les represente con un ideal: salvaguardar Ceuta, el proyecto global. Así podremos fortalecer Ceuta y darle a la ciudad el oxígeno que merece como ciudad ejemplar en la que conviven cuatro culturas sin conflictos. Podemos mejorarla con atención a los jóvenes que están sin trabajo en zonas como el Príncipe”.
A su juicio, eso sí, “no se puede lograr la convivencia en Ceuta sin igualdad y justicia”. “Igualdad para que, seas musulmán, hindú, hebreo o cristiano, las Murallas Meriníes estén igual de mimadas que las Reales. Son patrimonio ceutí, turístico, para presentar Ceuta como una ciudad moderna y abierta”, expone.
“Justicia”, añade, “para el bienestar de todo el pueblo de Ceuta. El mismo trato para el centro y, un poco al menos, para otras barriadas, algunas marginadas. El Gobierno de Ceuta ha hecho, hace y debe hacer más para que el Príncipe, Benítez, Hadu, Recinto o Benzú tengan, por lo menos, el 50% del trato que se da al centro. Eso marca a la ciudadanía”.
Igualdad, justicia y Educación. “En Marruecos”, compara, “hay una materia que los jóvenes estudian desde pequeños hasta la Facultad que se llama 'Convivencia'. Sabiendo que la sociedad necesita algo para saber quién es uno y quién es el otro, con independencia de color, lengua o religión, Marruecos lo ha hecho. Aquí deberían fomentarla empezando por los colegios. No tengo duda de que los maestros lo hacen, es un gran esfuerzo, pero no hay un tema para estudiar. También hay que fomentar el diálogo entre los jóvenes para quitar las cosas sucias que tengamos y vivir un proyecto sólido, con oxígeno suficiente. Encuentros entre las entidades políticas, religiosas y científicas. Hay que fomentar más el diálogo”.
Liazid también reivindica “trabajo” porque “hay mucha gente de Ceuta, nacida aquí, que no tiene amparo mientras vienen otras personas y tienen casa, trabajo y tienen y tienen... Mientras, los hijos de Ceuta están marginados de una forma brutal. Llamo al Gobierno a tener ese corazón de amparo. Primero una vida digna para los hijos de Ceuta”.
El imam lleva la convivencia en la sangre. Cuando había conflictos entre tribus, su bisabuelo, linaje del Profeta, levantaba su bastón y se internaba entre ambos bandos. Era un “pacificador” como su descendiente, cuya esposa procede, a su vez, de la dinastía nazarí que gobernó Granada hasta Boabdil.
“Mi familia se instaló en Ceuta a finales del siglo XIX y está considerada una de las más antiguas de la ciudad”, recuerda el erudito, que nació en la casa donde hoy se ubica la mezquita Abu Bakr, cerca del centro de Hadu, adonde ahora ha vuelto a tiempo parcial con Tetuán. “Había musulmanes y cristianos, practicantes o no, pero tengo grabado en el corazón y la mente que se convivía con una vecindad ejemplar: en 1945, en plena hambruna, se compartía lo poco que había y desearía que esos ejemplos se vean siempre en esta ciudad”.
En aquella época los musulmanes solo tenían acceso a las escuelas coránicas, que fue donde Liazid se aficionó a los libros. También en su casa, donde su padre guardaba como oro en paño varios volúmenes que había dejado un estudiante en peregrinación por el Magreb. “El hecho de que me prohibiera tocarlos se quedó grabado en mí, como la primera vez que me dejó leer un poco, y a los 7 años compré mi primer libro”, rememora.
Una biblioteca para Ceuta
“Cuando fui a estudiar a Tetuán en 1955 mi padre me daba una asignación que yo repartía en dos partes: una para comprar libros y otra para mantenerme”. Liazid no ha dejado de cultivar ese “amor al libro” hasta el punto de sacrificar necesidades materiales para hacerlo. El resultado es una deslumbrante colección “cualificada” de “más de 40.000 ejemplares y más de 200.000 manuscritos originales o copias” que guarda en Tetuán pese a que durante su etapa como imam en Ceuta (la oferta sigue viva) ha ofrecido traerla “como un legado para la ciudad”. “Nadie” respondió.
Recitó el Corán a los 9 años y en 1958, durante la rebelión del Rif, abandonó los estudios oficiales que seguía con brillantez y empezó a visitar a distintos eruditos de las mezquitas de Tetuán hasta que el presidente del Consejo de Ulemas le instó a volver a las aulas regladas de tercer ciclo, en la Universidad.
“En 1959 mi padre me obligó a casarme para que no me desviara del camino y yo dejé los estudios porque no concebía estar lejos de mi esposa y vine aquí como maestro de escuela de árabe en el Príncipe, en la Escuela Hispano-Árabe número 2. Muchos que hoy son padres y abuelos”, destaca, “fueron mis alumnos allí, como Mohamed Ali, que luego dirigió la Comunidad Musulmana de Ceuta”.
En 1962 pasó a otra escuela en Hadu como profesor y director, donde se reunió con varios colegas “muy relevantes” como el actual imam de Masyid An-Noor. “Trabajamos conjuntamente y de ahí lució lo más destacado de la enseñanza del árabe actual”, recuerda Liazid, que volvió a Marruecos cuando en 1966 la UNESCO se ofreció a financiar la formación de profesores de Secundaria.
En 1989 fue nombrado “voluntariamente” y “como homenaje a mi padre” imam de la mezquita de Muley El Mehdi durante los tres meses sagrados del calendario islámico. “En la puerta había un tablero que decía ‘Prohibida la entrada a no musulmanes’. Lo primero que hice fue quitarlo porque era ajeno a la enseñanza del Profeta: los verdaderos musulmanes saben que no tenía palacios ni oficinas ni nada, todo se hacía en la mezquita y la abría para rezar a Dios. Ese esplendor de las religiones es como tiene que llevarse, con respeto mutuo”, defiende.
La mezquita empezó a llenarse “de jóvenes y mayores” gracias a “un discurso moderno y moderado de Ciencias Islámicas”. Eso es lo que exigía Ceuta entonces. También empezó a utilizar el español en sus sermones porque “la lengua árabe es amplia y una palabra puede utilizarse de muchas maneras”. “Utilizaba el español para que los jóvenes supiesen el significado de cada palabra”, rememora quien se describe como “la única persona, el único imam, que en Ceuta ha sido nombrado oficialmente en esas dos mezquitas. Ha sido esta humilde persona: imam de los viernes en Muley El Mehdi y conferenciante en Sidi Embarek”.
Discursos en español
“Lo primero que hice fue utilizar el castellano para que los jóvenes, que están abandonados con la lengua árabe, aunque el Ministerio ha intentado integrarla sin eficacia, entendiesen el mensaje. Respeto lo que han hecho pero no estoy de acuerdo. Para enseñar religión hay que hacerlo con gente competente, no con un profesor de deportes. Respeto y chapó a la comunidad israelita, que enseña la religión directamente a sus hijos porque es algo muy delicado, hay susceptibilidades... El profesor de árabe tiene que tener licenciatura y el de religión también. Lo segundo”, enumera, “fue integrar la mujer en la mezquita de Muley El Mehdi, donde no rezaban. Fue un gran choque para algunas personas pero cogí una parte y la dediqué a las mujeres, adonde pueden seguir yendo para escuchar, saber e integrarse en la comunidad musulmana y el resto de las que conviven aquí en Ceuta”.
Según Liazid, en aquella época de Muley El Mehdi salieron “todas las actividades sociales, religiosas, benéficas y políticas”, por ejemplo la idea del comedor de Ramadán. Igual la de repartir borregos. “La primera vez con 48: nadie sabía quién los daba porque yo iba personalmente por la noche y metía un sobre bajo la puerta de las casas. La última vez que participé en eso eran 980 borregos ya con colaboración de la Ciudad para sufragar los gastos, como los de la peregrinación a La Meca”, recuerda Liazid.
También de ahí surgió, en 1993 ó 1994, “todo lo que hoy llamamos convivencia, de la primera mesa redonda empujada por Ceuta Unida. Nos sentamos con Luis Manuel Aznar en el Hotel Ulises el 23 de noviembre de 1993, por primera vez esa imagen, las cuatro entidades culturales y religiosas que conviven en la ciudad. Esa ventana se abrió y espero que sea una puerta abierta, como Ceuta para todos los continentes del mundo”.
“Hay que modernizar el discurso moderado religioso en la ciudad”
Liazid cree que “hay que modernizar el discurso moderado en Ceuta”. “Yo aconsejaría”, recomienda, “que las autoridades tengan contacto personal con el presidente del Consejo de Ulemas de Rincón, que abarca a Ceuta, porque él sabe cómo hay que oficiar en Ceuta. Que cada persona que venga aquí tenga exigido un documento personal suyo”. A su juicio “hay imames cualificados en Ceuta. Le doy los nombres: el que está en la mezquita Al Umma, uno de los antiguos de Ceuta, que lleva un mensaje moderado, moderno y social y merece ser condecorado; otro de los más cualificados está en la Cuesta Parisiana; también el de la calle Sevilla y el que viene últimamente a Muley El Mehdi, moderado, abierto y claro”. “Eso es”, defiende con pasión, “lo que necesita Ceuta. También agradezco a la Junta Directiva de esa mezquita su gran esfuerzo para dar ese mensaje en esta ciudad. Igual en la mezquita de Playa Benítez, donde hacen todo lo posible para fortalecer la convivencia, la vida en paz y concordia para sembrar la tolerancia. Aconsejaría que quien no venga con justificante no sea aceptado. Los imames deben saber que esta es una ciudad plural, de criterios diferentes. El mensaje de paz y tolerancia, de fortalecer el entendimiento y el respeto muto...".
Una gran visir de la ciudad de Ceuta, un gran legado del trabajo realizando.Muchos deberiamos seguir sus consejos. Este Señor nos deja un gran legado. Deberia de ser invitado a muchas cofenrencias. Ademas ofrecio un legado importante para la ciudad de Ceuta que es su bibleoteca personal pero nadie ha respondió a ese tesoro de libros y manuscritos. Porque no fundación una bibleoteca con su nombre en Hadu para los ciudadanos de esta zona serie importante para muchos jovenes porque la bibleoteca tiene que estar solo en el centro. Los niños de Hadu y otras barriadas necesitan una Bibleoteca. Tambien estoy deacuerdo con el nombre de una calle o mejor una barriada.Muchas gracias al Faro por esta entrevista a un gran Señor que aun tiene mucho que enseñar.
Hermano Liazid, he visto, leído y oído con gran interés tu entrevista. Me ha parecido estupenda y muy interesante, pero...como tú bien sabes siempre hay algún pero, he echado en falta al tratarse de cohabitación y convivencia entre las diferentes culturas de nuestra querida ciudad, que te hayas olvidado de las personas que pusieron los cimientos para que existiera dicha convivencia, y en concreto me refiero a los fundadores de la primera comunidad musulmana como tal que hubo en Ceuta y que gracias a ella, hoy tenemos por ejemplo la Mezquita Muley el Mehdi, el cementerio de Sidi Embarek, etc etc.
En fin, después de éste pequeño tirón de orejas, te vuelvo a felicitar.
Un abrazo
Solicito públicamente a que se le dedique una calle con el nombre de este gran profesor y sobre todo gran persona, el Sr. AHMED LIAZID. Dificilmente Ceuta volvera a contar con un gran sabio como es él.
Por otro lado, quiero dar mis felicitaciones a el FARO DE CEUTA, por este mágnifico trabajo, que sin dudas pasara a la historia de esta ciudad.
Sin lugar a dudas sus enseñanzas en la mezquita de mi barrio ha calado en las mentes y espíritus de los que hemos sido testigos todos los viernes de su sabiduría, de sus conocimientos en ciencias del Islam y de la forma tan sencilla de extrapolar y tratar los problemas sociales actuales desde el Islam con esa facilidad comunicativa como buen educador y docente ( de todas las etapas educativas) que le caracterizaba.
No olvidemos que fue un pionero en introducir el español en sus sermones, para hacernos entender el conocimiento y los valores que trasmite el Islam a través del Sagrado Corán y del ejemplo del profeta Muhammad (s.a.w.) y la inclusión de la mujer en el conocimiento del Islam.
Por otro lado, le doy la razón al sr. Protectorado: si es que eran unos analfabetos y gracias a los franceses entró la Ilustración en el sur, en cambio con Franco, el norte era una zona devastada por el analfabetismo.
En Marruecos después del protectorado se instauraron las escuelas (colegios), siguiendo el sistema francés, la población marroquí, analfabeta precisaba de miles de maestros a lo largo y ancho del país y no existía hasta ese momento ninguna escuela para cubrir esa demanda, y el único requisito para ser maestro era haber estado en una escuela coránica, saber leer y escribir y tener memorizado el corán. Oyendo a este hombre parece ser que el sistema educativo marroquí está por delante de los países del norte de Europa. Tiene cojones la cosa.
Se invierte mas en PAN Y CIRCO, no es rentable en educación.
Gran hombre y sabio donde los haya! Desgaciadamente la avaricia de algunos incultos, su afán de protagonismo, el querer ser el centro de atención y la envidia han hecho que este gran maestro deje de estar presente en nuestras mezquitas.
En un Estado de derecho hay justicia e igualdad, pero non se puede obligar a una parte de la sociedad, sea de la cultura que sea, depende de la mentalidad y la formación que tenga, obligarla a que acepte está convivencia, cuestión de mentalizarse y adaptarse a la "convivencia".
Este señor dice verdades como puños. Pero desgraciadamente a muchos de los que deberían cumplir con sus enseñanzas no lo hacen y solo hacen que romper la convivencia que debería haber. Muy triste , ya que en todas partes hay buena gente. Lo que debemos hacer la gente de bien es luchar por la justicia, igualdad y la convivencia entre todos , y a la gentuza que solo hace restar en vez de sumar, marginarla , sea de la religión que sea. Porque de lo contrario nunca habrá convivencia.
Las victimas de la ultraderecha siempre serán víctimas , aunque la misma derecha diga que no caigamos en victimismo, no al apergeirh. Ceuta multicultural, si no el tiempo se volverá en contra de los opresores.
No se si sabrás que la izquierda aboga por la desaparición de las religiones, los países comunistas (ez decir, de izquierda) relegan y proscriben las religiones. Te animo a leer cómo reeducan a los musulmanes en china o en Rusia. Hay que leer mas y hablar menos. Y por cierto gran hombre y gran sabio, la idea de hablar en español en las mezquitas elimina esa separación lingüística entre las diferentes culturas de la ciudad. Se puede ser musulman , cristiano, hindú o judío, pero el idioma es lo que nos une, quien se empeña en hablar en un idioma extranjero en su propio país, solo busca formar guetos y la no integracion. Apoyo lo de la calle o la medalla de la ciudad para este visionario caballa.
Agradezco a el faro de Ceuta, y al profesor Ahmed Liazid, por este reportaje, el cual para mi, ( en mi opinión), pasara a los anales de la historia como documento histórico.
Es el MEJOR PROFESOR que hemos tenido y estoy seguro que jamás lo olvidaré. Muchas GRACIAS por ser tan BUEN MAESTRO.
Quiero que sepas que tus ENSEÑANZAS han dejado una gran HUELLA en nuestraciudad, que SIEMPRE nos acompañarán en la VIDA y por las que SIEMPRE estaremos AGRADECIDOS.
Abandonar el victimismo ayudaría a la convivencia?