Me siento profundamente solidario con nuestra consejera de Bienestar Social, la Sra. Garbín, ante el repugnable abandono del menor marroquí con síndrome de Down, en la gasolinera próxima al “Gámez Morón”, este pasado Jueves. Muy bien que sabían donde abandonarlo a su suerte. Todo un ejemplo de cómo protegen, aceptan y son sensibles para con sus desvalidos Me gustaría saber qué inquietudes y gestiones están desarrollando las autoridades del otro lado de la frontera o que hubiese sido un accidente, juego del despiste ante tanto portador sobreexplotado. De momento y como corresponde nos lo quedamos nosotros, y van unos cuantos a los cuales destinar la prometida subvención reparadora de la Mezquita en suelo marroquí incrustada en tierra melillense. ¡Cosas de la historia, hechos del destino!
A los indeseables que se enfrentan a la legalidad, agrediendo si cabe a la autoridad, por su ceguera y machismo, a esos provocadores alentados por Rabat, de mi cosecha, ¡caña al mono y ni agua!. Son los llamados a convertirse en nuevos héroes de la liberación de lo ocupado, de ello se ocupan semejante y cobarde chulería.
A nuestras fuerzas de seguridad, policía y guardia civil, toda nuestra confianza en su responsabilidad y nunca bien reconocido bien hacer. La desconfianza y la duda para los diplomáticos alauitas, artífices seguidores del nuevo plan de desestabilización de la frontera.
Que estamos pasándonos, que somos racistas, que no lo van a permitir, dicen los reiterados comunicados de la agencia oficial MAP. Pues que sigan con la tarantela eso sí, poniendo los cojones en su sitio, aparte de la diplomacia con tino, deseo de Moratinos. El subírsenos a las barbas las tengamos o no, es conocida práctica para desviar problemas internos mil, injusticia, miseria, desigualdad, desagravios, falta de respeto a los derechos humanos, aprovechando una coyuntura nacional “versus zapateril” que les viene a huevo. Tenemos una situación difícil, complicada de la que vamos a salir, incluidos los casi 800.000 respetables vecinos marroquíes que conviven en nuestras y con amplitud de miras, tierras de reconquista. Pero es impermisible la oposición desleal, el PP nacional y local, aproveche el momento para intentar sacar rédito, desligando del grito mosquetero en el ¡todos a una! Es, sencillamente de juzgado de guardia, semejante afirmación, propia de políticas del tiempo de los “espadones”, a la Moncloa a costa de lo que sea. Y claro, esta es la alternativa al desorden legítimo, puro cinismo.
Y surgen los comités de liberación y salvación. Y parece ser que con competencias “recompensadas”, superadoras del té, el porro y la cebolla repetitiva. Deciden y el poder mediático los acoge, impedir el paso de la verdura, el pescado, más tarde el cemento, con acuerdo de los camioneros y colmo de sus paisanos de sangre. La política de buena vecindad, los acuerdos e intereses comerciales a dos bandas, ¿se resentirán? Tiempo al tiempo y cuidado con los efectos de la bomba de relojería y aspavientos programados, pues hay quien/es lo están pasando mucho peor que los naturales y de largo recorrido ocupantes.
¿Una Melilla marroquí, rifeña en un Rif libre? Una Melilla integradora, española, pluriconfesional, ejemplar por alianza de voluntades. Actores indeseables, muchos nos apuntamos a lo segundo y seguiremos disfrutando de ello, sin necesidad de tirar piedras, con permanente y provocador insulto, hoy y para siempre, en tierra de nadie, al otro lado del progreso y la libertad para todos.
Sigan pariendo entre otras en la generosa Melilla, sean biennacidos al menos en el sagrado tiempo del ayuno. ¿tregua para rebobinar y reflexionar?.