El pasado viernes se celebraron en toda España manifestaciones y concentraciones por el Día Internacional de la Mujer. Unas concentraciones en donde miles de mujeres y hombres reclamaron políticas efectivas que acaben con la discriminación social, laboral y salarial de las mujeres. Hablamos de acabar con el asesinato y la violencia que sufren las mujeres por el hecho de ser mujer.
Hay quien se pregunta ¿para cuando el día del hombre? Una pregunta que solo puede nacer de la ignorancia, porque el hombre no sufre violencia ni discriminación por el hecho de ser hombre. Esa es la única razón. Los hombres no tienen que mirar por dónde caminan por miedo a ser asaltados por el hecho de ser hombres.
Pero, como decía, la ignorancia da lugar a que nos hagamos preguntas que no tienen una respuesta lógica, certera, convincente y decente. Nadie lo sabe todo y, mucho menos, tenemos respuesta para todo. Personalmente me pregunto: ¿Por qué no hubo ninguna marcha por el Día Internacional de la Mujer en Ceuta?
Unos dicen porque iba ser un fracaso por falta de asistencia. Otros, que en Ceuta somos muy pasotas. No lo sé, pero hay eventos en los que no deberíamos fallar como ciudad, porque hay diferencias que marcan muy negativamente.
”¿Por qué no hubo ninguna marcha por el Día Internacional de la Mujer en Ceuta? Unos dicen porque iba a ser un fracaso por falta de asistencia. Otros, que en Ceuta somos muy pasotas. No lo sé, pero hay eventos en los que no deberíamos fallar como ciudad, porque hay diferencias que marcan muy negativamente”
En algunas de las concentraciones se portaban los nombres de las mujeres que han sufrido la violencia machista. Mujeres que tienen un nombre por haber sufrido ese horror, pero también hay millones de mujeres anónimas que sufren esa violencia con las que, como sociedad, estamos comprometidos a protegerlas y sacarlas del pozo del anonimato para que pongan nombre y apellidos a sus verdugos. Aquí también hemos sufrido ese horror imperdonable.
Pero hablábamos de Ceuta, de la no celebración de este día tan especial y del anonimato de millones de mujeres que todavía no se atreven o no pueden denunciar.
Esta circunstancia -el anonimato- me trae a la mente el extraordinario trabajo de Paco Sánchez en El Faro de Ceuta publicando el doble sufrimiento de las mujeres represaliadas por la dictadura. Mujeres del pueblo, ceutíes corrientes que ha sacado del anonimato más injusto y cruel. Personas que sufrieron la represión doblemente, muchas de ellas, por ser mujer y esposas de hombres que pensaban diferente.
No quiero terminar sin recordar a mi querida, añorada y entrañable Ana Dueñas, porque este era su día especial. Una mujer comprometida, trabajadora a la que cada 8 de marzo felicitaba. Allí donde esté no le habrá gustado que su Ceuta se señale negativamente por la no manifestación, pero querida Ana, como decía, de alguna manera Paco Sánchez, ha salido al rescate de todas y muy especialmente de las que han sufrido la represión y la violencia.
Con cariño para Ana Dueñas.