11 años y bordeando el espigón sin nada en lo que apoyarse. Contar esta historia rompe la fría estadística divulgada por los medios de comunicación sobre las últimas entradas de inmigrantes en Ceuta.
Ocurrió en la mañana de este sábado, temprano, sobre las 9:00 horas. Un niño que dijo ser natural de Tánger sorprendía a la Guardia Civil cuyos agentes llevan las últimas 48 horas controlando los espigones para, prácticamente, recibir a aquellos adultos y menores que llegan de Marruecos.
Estuvo casi 20 minutos en el agua bordeando esa infraestructura fronteriza que se cae a pedazos, nadando en paralelo justo al lado de otro adolescente de 14 años natural de Chauen. Siguió, siguió y siguió hasta llegar al arenal de Benzú.
Tiene solo 11 años y es no solo el más joven de todos los que han entrado a nado en Ceuta en las últimas horas, sino que pasa a ser también uno de los más pequeños, sino el más, del centro de La Esperanza.
Sin flotador ni ayuda de algún medio con el que mantenerse a flote, el pequeño deja atrás el pueblo marroquí de Beliones para cruzar a una ciudad que este año ha recibido ya a 118 niños marroquíes en solo mes y medio.
El niño, el más pequeño de todos, llegó junto a otro de 14 años
¿Por qué lo hizo? Como muchos menores están contando al llegar a Ceuta, vienen dejando atrás sus colegios o centros deportivos porque les animan a hacerlo. Es un boca a boca que se extiende y que ahora se desconoce por qué está causando tantos seguidores. Las entradas evidencian que así es.
Niños que salen porque otros les dicen que vengan. En muchos de los casos los propios progenitores no saben de esas salidas y reprochan que en los colegios o centros deportivos no se les informe de esta situación, de que no acuden a clase, de que se marchan en grupos a la playa...
Que un niño de solo 11 años deje atrás a su madre, que cuando llega a Ceuta le llame por teléfono para decirle qué ha hecho, que se adentre en una ciudad que desconoce, que se lance al mar con la resaca todavía del temporal... genera demasiadas incógnitas, plantea cuestiones que quizás sitúen una explicación a todo esto en algo que va más allá de la búsqueda o localización de supuestos conflictos diplomáticos.
Los medios marroquíes recogen también la preocupación por lo que está pasando, por esa marcha de niños, por esos abandonos de grupos al completo de amigos.
COLAERO SON LAS PAGAS DE LOS ESPAÑOLES QUE NO QUIEREN TRABAJAR Y CADA VEZ SON MAS ESO SI QUE ES UN PEDASO DE CARA DURA
Los espigones son un coladero y el gobierno del PSOE mira para otro lado. Los proyectos de ampliación de los mismos sin ejecutar.....Y luego se les llena la boca de su "apuesta" por Ceuta.