Cuando hay ganas, no hay adversario. Eso es lo que pensaron los casi 500 participantes de la tercera edición de Carrera por montaña nocturna por los montes de Ceuta. Una prueba organizada por el C.D. San Urbano y la Fundación Gallardo y que tuvo como centro ‘neurálgico’ las instalaciones del Centro Ecuestre.
Esta edición nacía con adversidad como apellido. La celebración de ‘La Magna’, el final del Ramadán, el cambio en lugar donde la organización había situado en ediciones anteriores la salida, y como no, el debut de la selección española de fútbol en el Mundial de Rusia. Pero para animar al personal, y que la prueba no quedara deslucida, la organización ofreció la posibilidad de ver por televisión el partido ante Portugal, que al final acabaría en un empate a tres goles.
Ambiente festivo, colorido y amenizado por el spiker llegado desde Melilla, para que ni la espera ni la dureza de la prueba desanimaran a nadie.
La prueba arrancaba con la niebla como protagonista y acabaría con la oscuridad que los participantes resolvían con linternas en sus frentes.
El recorrido de la prueba, unos 20 kilómetros aproximadamente, tuvo su salida en la misma entrada del Centro Hípico y los participantes se dirigieron hacia el campo de tiro del Monte Ingenieros donde se encontraba el primer punto de avituallamiento.
En la Pista Mendicuti se produjo el segundo avituallamiento. De ahí, pasando por el Mirador de Isabel II, para llegar al Fuerte Aranguren, punto en el que la organización situó el tercer punto para reponer fuerzas, algo que ya no podrían hacer, como avituallamiento externo, hasta llegar a la meta, situada en el mismo punto de salida.
Como novedad en esta edición, desde la organización, haciéndose eco de la diferentes actuaciones que se están llevando a cabo por otros colectivos, quisieron promover y desarrollar la práctica deportiva en montaña entre personas con diversidad funcional.
En el caso de la diversidad funcional asistida, las sillas de ruedas que se utilizaron debían poder discurrir con normalidad por el circuito creado, que variaba sensiblemente, al adaptarlo a sus necesidades, dada la difucultosa orografía del terreno.