Rosa María Guirado Castro abrió ‘Tapería el Rincón de Rosi’ en noviembre de 2015, en el centro de Ceuta. Es hija de Juan y Rosi, el matrimonio que fue propietario del bar con el nombre de la pareja en playa Benítez. Por esta razón, algunos clientes de Guirado llaman a su establecimiento “el ‘Juan y Rosi’ del centro”. Según la hostelera, el negocio lo lleva “en las venas”; desde pequeña ha ayudado a sus padres a atender a los clientes y algunas noches se quedaba dormida en los sofás del local.
Los inicios de la tapería, ubicada en el número 5 de la calle Daoiz —local 2—, no fueron sencillos: “El bar de mis padres prácticamente ya lo llevaba yo, pero no es igual a que sea tuyo. Cuando cogimos este bar era muy pequeñito, tenía 25 metros cuadrados y me pareció un mundo. Estuve a punto de dejarlo porque decía, Dios mío, dónde me he metido”.
Con el tiempo, los esfuerzos de Rosa María Guirado dieron sus frutos y su marido, el exmilitar Rafael Rodríguez Ruano, empezó a trabajar en el local. Hace dos años incluso ampliaron el establecimiento y ahora tienen una zona para comidas, cenas o celebraciones.
Al lugar acuden personas de todo tipo: desde estudiantes hasta vecinos de toda la vida, por lo que intentan innovar en la cocina: “Tenemos clientes muy habituales y para que se les haga más ameno vamos cambiando, para tenerlos contentos porque de eso se trata, de que se sientan como en casa y que vayan probando cosas diferentes”. Guirado añade que le gusta saber la opinión del consumidor: “Yo pongo un plato, y le pregunto qué tal está y acepto todas las críticas”. Sus preparaciones le han valido dos premios.
Con los meses de confinamiento y las restricciones sanitarias, los hosteleros llevan un año muy duro: “Hemos aguantado abriendo para los desayunos, con el servicio a domicilio de Happy Ceuta... quieras que no, eso nos ha ayudado, pero hemos pasado un año mal, mal, que estuve a punto de tirar la toalla”.
Pero Rosi Guirado y Rafael Rodríguez, de 43 y 47 años, respectivamente, se muestran satisfechos por haber salido adelante y haber incluido el servicio de recogida en local para llevar o el reparto a domicilio.
Se come muyyyyy bien, de verdad, y el trato, inmejorable.