Abdehlilah Mohamed Hamed posee una de esas peluquerías de las de toda la vida en nuestra ciudad desde hace más de 25 años. En el Centro Comercial Polígono Virgen de África, la
peluquería ‘Jovi’ es un lugar para disfrutar mientras tu pelo cambia. Ya sea lavado, en forma o dando un giro radical pues en su peluquería todo es posible.
“Llevo ya bastante tiempo. Empecé sacándome el diploma de peluquero en el año 87 y después me fui formando poco a poco y ya en esta peluquería he cumplido 25 años. Yo soy peluquero unisex, tengo el permiso para poder atender a los dos, tanto señora como caballero y niño. El que venga, bienvenido es porque yo no rechazo ningún trabajo siempre que sea el corte profesional, el corte marcado y lavado, pero siempre estoy encantado de la vida de atender a todos mis clientes”, comenta Abdehlilah, dueño de la peluquería ‘Jovi’.
Un trato personal, directo y sencillo que hace que año tras año los ceutíes sigan acudiendo a él para un corte de pelo o cualquier otra cosa, pero siempre con un tratamiento profesional y cuidando el cabello desde que empezó con 18 años.
“Al principio de todo empecé en el Príncipe aprendiendo y me saqué el diploma en ‘Manolo Pro’. A partir de ahí, empecé trabajando por las casas hasta que llegué a formarme y a tener mi propio local. Ese fue uno de alquiler en Hadú y este ya es mío propio. Desde entonces, llevo trabajando y sirviendo para la ciudad”, recuerda.
Con más 30 años en el mundo de la peluquería y del corte de caballero y de señora, incluso de niños, este establecimiento es, sin duda, un lugar con encanto, que recuerda a la infancia. Su modo de trabajar con unas tijeras y un parece querer decirnos que Abdehlilah ha parado el tiempo.
“En Hadú empecé aproximadamente con 20 años y llevo aquí todo el tiempo y ya mi idea es jubilarme aquí. Desde el primer momento siempre he tenido buena aceptación y el mundo de la peluquería ha sido lo mío. Me gustaba y desde entonces hasta hoy en día. Me ha ido muy bien y he ido tirando para adelante. Los clientes me han ido respondiendo bien, cada vez tenía más gente y más trabajo y he ido viviendo con lo que estoy ganando”, explicaba para las cámaras de
FaroTV.
Abdehlilah reconoce que su
negocio no pasa por su mejor momento por la pandemia. “Al principio en el confinamiento la tuvimos cerrada, después nos dieron permiso para cortar el pelo por las casas y estuvimos haciéndolo. Después ya nos dejaron volver a abrir la peluquería. Estos meses han sido muy duros porque para poder abrir al público hemos tenido que limitar las personas que entran dentro de la peluquería”.
El COVID-19 también ha cambiado su forma de trabajar. “Ahora con el tema del coronavirus estamos trabajando muy limitados porque entra una persona únicamente cada media hora y hemos tenido que aumentar la higiene al máximo para poder tener un poquito de actividad. Me visto con un traje de plástico y usamos todos los productos de higiene para desinfectar y proporcionar la seguridad que necesitan todos los clientes, y obviamente para cumplir con todas las medidas sanitarias”, concluía Abdehlilah.
Su ilusión ahora es jubilarse en su peluquería, la que lleva como nombre el mote que le pusieron a su padre y por el que también se le conoce a él en toda Ceuta.