El 22 de diciembre de 1958, Manuel Matoso —originario de Málaga— inauguró su primera tienda en Ceuta: ‘Nueva Galería’. Un comercio de ropa para toda la familia que se encuentra en el número 1 de la avenida de los Reyes Católicos. “Estábamos en la bajada del Hospital Militar, que fue donde él empezó, y de ahí en 1975 ya pasó a este local un poco más grande”, relata su hijo Miguel Matoso Fernández, que es el propietario actual.
Miguel Matoso entró a trabajar en el negocio hace más de 35 años, cuando terminó sus estudios: “Terminé Magisterio, me fui a la mili, y sabía que esto había que continuarlo, entonces no me planteé seguir con Magisterio para empezar a aprender cómo se llevaba este negocio”. La tarea, explica, no le resultó costoso, aunque no tanto por la atención al público, sino por saber qué y cuánto comprar a los proveedores.
“Como lo hemos mamado, porque desde chicos hemos estado tanto en la tienda de abajo como aquí, ha sido como una segunda casa para nosotros”, asegura Matoso, ceutí de 62 años. Si no le gustase su trabajo después de tanto tiempo, añade, “estaría amargado y llorando todos los días”.
En la tienda se puede adquirir ropa de diario para niños, señora y caballero. También uniformidades para sanitarios, colegiales o la hostelería. Además, se puede encontrar ropa interior o de baño e incluso trajes de comunión. Aunque en los últimos dos años, debido a la pandemia, se han reducido los eventos y, por tanto, las ventas de este tipo de indumentaria. “Con mucha suerte podemos ir mes a mes; significa que podamos vender algo para pagar lo que tenemos que pagar”, refiere el propietario de ‘Nueva Galería’. Han llegado a recibir ayudas, confiesa Matoso. Muchas “han sido préstamos a un interés muy bajo, pero lógicamente hay que devolverlos”.
Porque a bodas, bautizos y comuniones se unen todas las festividades en las que los caballas recurrían a este comercio para vestirse. En carnavales, había quienes compraban uniformes de médicos para disfrazarse. En Semana Santa, accesorios de costaleros, capirotes o fajas de penitentes y en la Feria, trajes de flamencas y sevillanas.
“Antiguamente se vendían muchísimas más cosas porque había mucho menos comercio: juguetes, trajes de novia... Hoy en día está todo mucho más especializado, pero nos seguimos dedicando a la confección”, puntualiza el propietario.
Miguel, que máquina, un saludo de un amigo y que sigáis abierto muchos años.