Hace más de nueve años Khalid Bassat decidió empezar de nuevo. Llevaba 26 años viviendo en Mérida y dedicándose a varias tiendas que allí tenía, siempre de complementos. No es fácil emprender un nuevo negocio desde cero, pero la crisis económica que comenzó en 2007 le hizo mudarse de nuevo a Ceuta y en 2012 abrir un nuevo negocio: ‘Casablanca calzados y complementos’.
“Aquí llevamos más o menos nueve años en esta tienda y tengo otra aquí al lado que lleva seis años. Siempre me he dedicado al comercio y a tiendas de complementos. Estuve en la Península y tuve una tienda de bisutería y bolsos. De Extremadura me cambié aquí. Al principio estábamos bien pero la cosa está bajando poco a poco y con la crisis que hay entre la frontera y todo lo del coronavirus, está la cosa muy mal. Estamos pensando si seguir aquí o, si esto sigue así, volver a la Península”, explica Khalid Bassat, propietario de ‘Casablanca’.
Ahora apuesta cada vez más por los encargos por teléfono o redes sociales
Esta tienda del número 17 de la calle Real se ha convertido en gran parte de su vida y de la de su mujer. ‘Casablanca’ cuenta con un gran catálogo de zapatos de señora, carteras, bolsos, bisutería y todo tipo de complementos también para bodas y otros eventos.
Con el paso de los años el negocio ha ido evolucionando e incorporando las nuevas tendencias, pero siempre manteniendo su esencia. “Normalmente yo siempre vendo bisutería y bolsos, y cosas de boda: bolsos, carteras, broches, pendientes, collares, zapatos...Todo para ir a una boda lo tenemos nosotros. Tenemos muchas cosas, pero lo que más compran las clientas son los bolsos, pero todas las cosas de boda lo vendo bien”, comentaba a las cámaras de FaroTV.
Como a todos los negocios de la ciudad, la crisis provocada por el coronavirus les ha afectado. Durante el confinamiento estuvieron cerrados, pero unos meses después pudieron empezar a trabajar y atender los pedidos de sus clientas.
“Estuvimos un tiempo cerrados como todo el mundo y después ya abrimos pero la gente tenía mucho miedo y nosotros también, era normal. Estábamos abiertos, pero la gente no entraba mucho. Pero, poco a poco la gente ya va entrando y la verdad que ahora está la cosa mucho mejor que antes”, confesaba el comerciante.
A pesar de que Khalid ha notado mucho la bajada en las ventas, ha sabido adaptarse a la situación y ahora apuesta cada vez más por los encargos por teléfono o redes sociales para seguir saliendo adelante y no tener que cerrar.