‘Bazar Glamour’ se resiste al paso del tiempo en el centro de Ceuta. Sus orígenes se sitúan en el inicio de los años cincuenta, cuando Murijmal Deomal llegó a la ciudad con su familia, procedente de una región de India que ahora pertenece a Pakistán: Hydrabad Sind. Primero abrió el comercio ‘Pp Indio’, con el nombre con el que se referían a Deomal los vecinos. Luego inauguró ‘Bazar Maribel’ y por último ‘Bazar Glamour’.
El nieto de Murijmal Deonal, Ramesh Ramchand Khubani, se incorporó al comercio enseguida para ayudar a su familia. Con 17 años, dejó sus estudios para trabajar en las tiendas, aunque incluso antes se implicaba de forma esporádica y cuando disponía de sus vacaciones escolares.
La familia vendía calculadoras, paraguas, mantelería, radios y despertadores. A partir de los años setenta se fue especializando cada vez más en la electrónica. Tenían muchos compradores de la Península; los que acudían a Ceuta para cumplir con el Servicio Militar Obligatorio se llevaban mucha mercancía. También había clientes que al volver se dedicaban a revender los productos.
Hace 18 años, ‘Bazar Glamour’, que se encontraba cerca de la plaza de la Constitución, se trasladó a la galería en la que se ubica ahora, en el número 12 del Paseo del Revellín. En la actualidad, en el comercio se ofrecen relojes, auriculares, recortadoras o pilas, entre otros artículos.
“Ya hoy día el negocio del bazar no es rentable; con esto de las compras por internet todo ha cambiado. El bazar tuvo su época y ahora mismo de los pocos que quedan en Ceuta antiguos somos nosotros”, asegura Ramesh Ramchand, de 63 años.
Con la situación actual y sin relevo generacional para la tienda —sus hijos eligieron otras profesiones— Ramchand se plantea adelantar su jubilación: “Me gusta mi negocio, me gusta mi trabajo y yo siempre he dicho: no me quiero jubilar, pero también como se escucha que el Gobierno quiere prolongar la jubilación, que quiere calcular las pensiones a más largo plazo... quiere decir que te va a quedar menos”.
El ceutí se confiesa agradecido con la Ciudad por las ayudas que han recibido los comerciantes y que le han permitido mantener la tienda, pero Ramchand admite que se plantea si ha llegado el momento de descansar, después de 46 años en activo.