En julio de este año, en plena crisis del coronavirus Bushra Alami decidió embarcarse en una aventura: abrir su negocio. Después de que llevase mucho tiempo en el paro y, tras la situación desesperada en la que se encontraban en su hogar, alquiló el local que había justo debajo de su casa. Pese a que Autoservicio María, situado en la carretera de Benítez, ya existía hace tiempo, ha estado cerrado por un año. Ahora es Bushra quien le ha devuelto la vida y el movimiento a este establecimiento.
Su marido, Adel Ouidan, trabajaba antes de la pandemia. Pero, como ocurrió en muchos hogares ceutíes, se quedó parado debido a la crisis del coronavirus. La pandemia le ha pasado factura a todos. Sin embargo, este matrimonio no ha querido rendirse y ha estado buscando cómo seguir sacando adelante a sus tres hijos, el mayor de ellos autista. Este comercio se encuentra junto a su casa, lo que facilita a este matrimonio el cuidado de sus hijos, sobre todo, del mayor.
Bushra fue azafata de barco durante un tiempo, pero cuando tuvo a su primer hijo se centró en dedicarle más a él. Sin conocimiento alguno sobre este tipo de negocio empezó con mucho entusiasmo y ganas, puesto que lo hace todo por su familia. “Gracias a los vecinos porque como yo digo a todos que no tengo mucha experiencia cuando me pregunta alguien por algo lo apunto al mismo minuto, para no olvidarlo. Traigo cada cosa que me piden y lo voy llevando poco a poco. Y así estoy ganando la experiencia ahora”, ha confesado Bushra Alami, propietaria de Autoservicio María.
Bushra agradece en todo momento el apoyo recibido, tanto de los vecinos y de su marido, como de los proveedores. Este matrimonio pudo abrir este comercio gracias, también, al dueño del local, quien les ayudó facilitándole el alquiler. Un negocio existente pero que ha tenido que empezar completamente de cero. “Hemos empezado de cero, poco a poco. Gracias a Dios, con el apoyo de la gente del barrio, la verdad que me apoyan muchísimo, le doy las gracias, porque me animan más”, ha comentado.
De empezar con unas simples verduras a estar pensando ya en ofrecer servicio de carnicería habla de la buena acogida que está teniendo. Pan, fruta, refrescos, galletas y cualquier alimento necesario para el día a día se puede encontrar en este establecimiento. Además, Bushra asegura que poco a poco seguirá aumentando los productos, ya que ella siempre escucha a sus clientes.
Debido al buen trato y atención que ofrece, los vecinos acuden a este comercio a diario para realizar sus compras. De esta forma, sin saberlo, ayudan a esta mujer a que quiera seguir esforzándose para sacar a su familia adelante. Su marido, además, está muy agradecido con el apoyo que está recibiendo este comercio. Aunque su mujer es la que regente el negocio, él está detrás apoyándola en todo lo que necesita. “Cuando coinciden las ganas y la ayuda, salen cosas así”, ha concluido.
Desde que empezaron en esta aventura, este matrimonio ha seguido trabajando para ir mejorando y creciendo poco a poco. Cuando dicen que empezaron de cero, es cierto. Las nevereas, las estanterías, los productos que venden, todo lo que allí se encuentra actualmente lo han ido consiguiendo con su trabajo. La buena gente que se han encontrado en el camino, también ha contribuido a que ellos puedan trabajar y, a la vez, cuidar de sus tres hijos.