La Ciudad Autónoma comenzó ayer el proceso que conducirá al debate y, en su caso, aprobación de sus Presupuestos Generales de 2024, con el paso de las primeras propuestas de cuentas del Gobierno por los consejos de administración de varias sociedades municipales, la primera piedra de toque para calibrar las posibilidades de que el Ejecutivo del PP consiga una mayoría suficiente para sacarlos adelante.
Con el PSOE plenamente convencido aquí y en Ferraz de que su papel como primer partido de la oposición no debe ser poner “palos en las ruedas”, sino aprovechar su influencia para apuntalar la estabilidad y la gobernabilidad de la institución incorporando en la medida de sus posibilidades medidas y políticas “de izquierdas” a la acción de la administración, la aprobación del documento parece casi segura, ya sea con el voto a favor o la abstención de los de Juan Gutiérrez.
El MDyC, que ya se sumó a un acuerdo muy mayoritario con el primer expediente de modificación del Presupuesto del ejercicio corriente junto a ‘populares’ y socialistas, también parece dispuesto a alcanzar otro acuerdo ahora.
Aunque Vox está fuera de la ecuación para todos, que haya rebajado su tono anti institucional es una buena noticia, como que el arco parlamentario de la Asamblea recoja la suficiente pluralidad como para incluir también a opciones como Ceuta Ya! que rechazan nuevos pactos, pero no el diálogo constructivo. La línea roja que en ocasiones se ha superado y no se debería exceder está en poner los intereses partidistas por encima del general.