Una "mujer valiente" como el título del libro que ella misma escribió hace unos años, en donde la dama legionaria Nayra Solero Domínguez contaba su historia de superación para ayudar a otras mujeres de Ceuta a luchar contra el cáncer. Fue a los 33 años cuando Solero escuchó por primera vez esta palabra maldita, que lejos de amedrentarla, le dio fuerzas para luchar junto a su familia y sus compañeros legionarios.
Una auténtica gladiadora que este martes recibirá en manos de su marido y a título póstumo el Premio Vivencias de Podemos, a las 19:30 horas en la biblioteca del Morro.
Fernando Lázaro, quien era su marido, confiesta en una entrevista con El Faro que fue una “gran sorpresa” saber de este reconocimiento para su mujer por parte de Podemos. “La verdad que no me lo esperaba. Conozco a Ramón Rodríguez Casaubón, representante político de Podemos Ceuta, y me pidió un libro de Nayra, pero le dije que ya no había en la venta”.
No imaginaba que a los pocos días anunciarían que la galardonada de este año era Nayra. “Me dijo que iba a proponerla para el premio y lo recibí encantando porque llevo tiempo luchando por si puedo conseguir algo para ella por la repercusión social que tuvo tanto aquí en Ceuta como a nivel nacional. Al final me confirmó que el premio era para ella y me dio mucha alegría porque es quitarme un peso de encima, aunque todavía me queda el reconocimiento anual” que ansía que se le dé.
Este premio no va a impedir que Fernando Lázaro siga luchando para que una calle de Ceuta tenga el nombre de Nayra Solero. “Solicité que lo tuviera y pronto recibí respuesta por parte de la Ciudad. Me llamó Dunia Mohamed, interesándose mucho en el asunto y fue bastante sensible. Me dijo que me apoyaba y que iba hacer todo lo posible para darle ese premio anual. Hace pocos días hablé con ella, me dijo que seguía todo en movimiento y que se iba hacer algo por ella anualmente”, explica.
Si hay algo que destacar de Nayra Solero fue la lucha que promovió durante toda su enfermedad y cómo a través de las redes sociales y en su libro ‘Mujer valiente. Mi princesa guerrera, con su chapiri teñido de rosa’ intentaba animar a todas las personas que pasaban por la misma situación que ella.
“La recuerdo escribiendo, en muy malas condiciones anímicamente y físicamente. Le decía deja el móvil y descansa, pero ella siempre me decía que no, que tenía que seguir escribiendo. Todo esto comenzó cuando inició todo el proceso, entonces empezó a escribir por redes sociales y encontraba el aliento de otras personas”.
Ella quería que esos ánimos fueran recíprocos. “Todo el mundo le mandaba mensajes de ánimo y eso le llevaba a que ella siguiera y fue cuando se dio cuenta que sus mensajes estaban animando a otras personas a seguir adelante. Muchas le escribían que sus mensajes les hacían tener esperanza. Cuando lo comprobó se volcó más. Ya empezó a hacerse grabaciones, se cortaba el pelo en directo para intentar quitarle importancia a este asunto... y todo para levantar el ánimo de otras personas. Su último mensaje en redes fue que estaba muy grave en el hospital pero que iba a salir adelante”, cuenta.
Era tal su actitud que la dama legionaria hasta estando en el hospital antes de fallecer mandó un mensaje a sus seguidores. “Tuvo actitud hasta el último momento. No quería perder la sonrisa nunca. Incluso, íbamos al médico y le decían ‘esto no va bien, Nayra’ y ella le contestaba ‘no pasa nada, cambiamos de tratamiento’. Llegaba a la casa y me decía ‘¿nos vamos de fin de semana?. Se ponía pintura y salía con una sonrisa”.
Una sonrisa para combatir la enfermedad, ese era su lema de vida. “Como ella misma dijo en su libro el 85% de esta enfermedad es la actitud. Nunca puedes decaer por una mala noticia, son ciclos y otros van mejor y peor pero hay que tener esperanza. Ella quería transmitir que se podía y tuvo mala suerte porque le pilló justo en la pandemia y ya cuando la vieron tenía los niveles disparados. Se agarraba a cualquier tratamiento para salir adelante”, recuerda.
Una de las cosas que Lázaro demanda para Ceuta es la clínica de radioterapia. Un asunto que ha sido solicitado en numerosas ocasiones y que nunca cuenta con el respaldo de las administraciones. Asimismo, pide mejoras para el Hospital ya que su mujer tuvo que pasar horas en Urgencias en “una camilla de pocos centímetros”.“No sé si el Gobierno no hace caso o mira para otro lado, no quiero tampoco entrar en esa polémica. Lo que sí leí es que no se ponía por el ratio de personas que tenemos en Ceuta. Es más cómodo mandar a las personas fuera, como nos pasó a nosotros 31 días con una persona con cáncer. Nos quedamos allí todo el tiempo y la verdad que no lo pasamos bien. Ella veía a personas más mayores en el barco, por ejemplo, y se lamentaba porque tuvieran que desplazarse para ser tratadas”.
Fue una luchadora y nunca quiso faltar a su trabajo. Siempre quiso que su sonrisa estuviera presente para seguir adelante. “Solamente cogió 21 días de baja y fue por la operación que tuvo en Marbella. Ella se daba la quimio y volvía al cuartel. Todo el mundo le animaba y tengo que decir que estar en La Legión le alargó su vida. Agradeczo a toda la familia legionaria y al Chapiri Rosa que fue un grupo que se creó para La Legión. Fue ella la que lo potenció para hacer quedadas y creó un símbolo de fortaleza contra el cáncer”.
Lázaro quiso mandar un mensaje de esperanza a todas las mujeres que estén pasando por el mismo trance para que confíen en los diferentes tratamientos.
“Para todas las que estén padeciendo la enfermedad, que no se rinda nadie porque los tratamientos funcionan. Es más, ella el primer cáncer lo superó. Ánimo, que se pinten, que salgan, que se arreglen… con sus limitaciones porque puede que estén cansadas o la boca les sepa a metal, que son las consecuencias de esta enfermedad. Nayra buscaba ponerse buena pero tuvo los factores en contra”, se lamenta.
Detectar el cáncer de manera precoz
Lázaro quiso centrarse en que es vital que esta enfermedad sea tratada de manera precoz por lo que exige que “al primer bultito” se haga una mamografía “de inmediato”. Además de que haya alguna asociación que haga de intermediaria por adelantar las citas de esas mujeres.
“Es muy importante la detección temprana de esta enfermedad. Nosotros tuvimos la mala suerte de encontrarnos con un ginecólogo que no nos supo orientar. Llegamos al primer cáncer con un bultito y nos dijo que eso sería de la regla y que se disolvería. Al mes siguiente, me decía que le seguía doliendo y le dieron una crema que tampoco le hizo nada. Al venir otro ginecólogo, ya tenía el pezón metido para dentro. Fue cuando le mandó la mamografía y ya era tarde. Por eso quiero decir que cuando una mujer tenga un bultito, se le haga una mamografía de inmediato y ya según los resultados se vea qué tratamiento seguir. Si hay un bulto, se mira. Es súper importante detectarlo de manera precoz”.