Nayat Ahmed habla desde el dolor de una madre. Ya en diciembre de 2014, poco después de la detención de su hija en la llamada ‘Operación Kibera’, habló de forma clara y directa con El Faro: “Yo no he parido a una terrorista”. Ahora insiste en su defensa y clama por un trato adecuado a la condición de Chimaa: “Ella es presunta, la presunción de inocencia la tiene todo el mundo, también mi hija”.
Desde este lunes la Audiencia Nacional juzgará a un hombre y cuatro féminas por supuesta captación de mujeres. Las peticiones de cárcel anunciadas por la Fiscalía son elevadas: 8 años para el varón, 7 para las demás. “Se han dicho muchas barbaridades, es mentira”, indica Nayat.
La madre de la única ceutí acusada en esta causa habla de “injusticia” hacia su hija y confiesa que toda la familia lleva sufriendo “desde 2014 esta pesadilla”. De Chimaa, contrariamente a lo que incluyó en su investigación la Policía, niega que llegara hasta la frontera de Turquía con la idea de viajar a territorio del Estado Islámico. “Mejor que su madre no lo sabe nadie. Lo más lejos que ha viajado es a Almería para verme”, explica.
Firme defensora de los derechos de su hija, Nayat lamenta que ya se le coloque una “etiqueta” sin haber sido juzgada. Y la defiende porque cree en su inocencia: “No voy a llamar a un medio de comunicación para quedar en ridículo. Mi hija no ha ido a Turquía ni es captadora de otras mujeres. ¡Eso en la vida! No es justo”, insiste.
Una nueva vida
Nayat confía en que tras el juicio que se sigue en Madrid contra su hija y cuatro personas más todo se esclarezca. Chimaa tiene 28 años “y está empezando su vida. Todo esto nos viene muy grande”, lamenta. Nada cuadra, a juicio de su madre, en el grueso de acusaciones que han llevado a que su hija se siente en el banquillo. “Cuando la detuvieron estaba preparando su boda. ¡Cómo va a querer irse mi hija si se casaba una semana después!”, espeta.
De su hija se ha dicho que iba a conseguir un marido combatiente, que estuvo muy cerca de hacer ese viaje a Siria pero que perdió el autobús por lo que tuvo que volver a Ceuta. Su madre lo niega también, Chimaa ya tenía su pareja y todo preparado para en días formalizar ese enlace.
Desde que se le detuvo hasta la fecha la vida de esta joven ha cambiado de forma radical. Ahora es madre de una niña después de que finalmente se casara tras quedar en libertad con cargos. “Estamos en un sinvivir, no es justo ni normal todo esto. Crear morbo y expectación con algo tan delicado. No pido que al informar se pongan cosas bonitas pero sí que se cuente la verdad”, denuncia, molesta por todo lo que se está diciendo en torno a su hija.
¿Por qué detuvo la Policía Nacional entonces a Chimaa?, ¿qué lleva a que formara parte de la hilera de arrestados en la ‘Operación Kibera’ y que se enfrente a una pena tan elevada de cárcel? Nayat niega que su hija tuviera relación con una red de radicalización, ni captación de mujeres, ni de reclutación. Su arresto se llevó a cabo después de la marcha de una joven de Ceuta a Siria. Una chica a la que Chimaa conocía, “pero de ahí a que mi hija supiera lo que iba a hacer. Que tú conozcas a una persona no incluye que sepas qué va a hacer”, expone.
La familia de esta joven pide respeto, al menos que no se le condene antes de juicio. Son temas delicados. Nayat confía en que su hija nada tiene que ver con las acusaciones. “Padecemos esta pesadilla desde 2014”.
Que casualidad que la familia siempre lo sepa y nunca haga nada...
Ese en mi diccionario se llama;
CÓMPLICE.
Bueno, pues ya ha dejado de ser "pregunta" para ser una condenada por conformidad con la pena. Si tanto le gusta ese modo de vida ya sabe lo que tiene que hacer, romper DNI y pasaporte y largarse al paraíso del DAESH para que allí disfrute dejando en PAZ a los que quieren vivir en paz en EUROPA.