Transformar una nave comercial en pleno polígono del Tarajal en albergue para inmigrantes es el objetivo que ha perseguido la Ciudad durante las últimas semanas. Unas obras que se han hecho a contrarreloj y con el único fin de sacar a los marroquíes que se encuentran alojados en el pabellón de La Libertad. Desde la Ciudad han confirmado a esta redacción que se están ultimando los detalles para poder llevar a cabo ese traslado. Este sábado se coordinó el dispositivo para mover a los últimos menores marroquíes no tutelados por la Ciudad, después de casi 80 días acogidos en lo que terminó por convertirse en un albergue improvisado para inmigrantes.
En la mañana de este martes, distintos operarios de la Ciudad seguían con su ardua labor para tener todo preparado en el menor tiempo posible. Se estuvieron colocando las puertas de los cuartos de baño, y se terminó de pintar y delimitar diferentes partes de la nave. Los electricistas estaban ultimando los detalles de la iluminación. Por último se estuvo también baldeando el espacio por parte de operarios de Trace. Se trata de una reforma completa, de una transformación radical pasando de ser una nave puramente comercial a convertirse en un albergue alternativo para los marroquíes que están bloqueados en Ceuta y los inmigrantes de la misma nacionalidad que se refugiaban en el puerto para poder llegar de manera clandestina a la Península.
Por las instalaciones se personaron Víctor Ríos, director de Protección Civil, y Yamal Dris, consejero de Medio Ambiente, para ver cómo se estaba perfilando ya los últimos retoques hasta recibir a los marroquíes. Parece que es cuestión de horas para que se lleve el traslado, una vez Ciudad y Delegación se pongan de acuerdo y se permita ese cambio. Con días de retraso, pero finalmente se llevará a cabo ese traslado que celebran sobre todo los vecinos de la barriada de Varela-Valiño.
El nuevo circo del tarajal, estas políticas de lumbreras en gastos públicos, el cuento de nunca acabar.
¿Cuanto nos ha costado la broma?
Como sea, como el presupuesto que se decía que gastaban en cada acogido por el gasto diario, apague y vámonos.
El anterior dueño es un buen inversor, sabe vender el producto en tiempos de crisis, con la de naves que hay y le ha tocado a el 🤫🤫🤫.
A todo a lo anteriormente expuesto, eme alegro de que reubiquen a todo ese personal. Y que no se deteriore más las instalaciones deportivas, que nos harán falta a nosotros y a nuestros hijos.