El temporal no impide que adultos y menores intenten cruzar a Ceuta bordeando alguno de los espigones fronterizos con
Marruecos. Esta tarde, arriesgando sus vidas, cruzaron 8 magrebíes a primera hora alcanzando el arenal de la playa del
Tarajal. Lo hicieron horas después de que, todavía de noche, pudiera acceder un grupo de menores también de la misma manera. La alerta de lluvias y de viento, con lo que supone de riesgo, convirtió el mar en una auténtica trampa. Solo intentar el cruce por esta vía podía suponer la muerte. Pero es tal la situación de presión que se vive en el norte de Marruecos, que las ansias por escapar de este país pesan más que las adversas condiciones imperantes. Desde el cierre del paso fronterizo, han aumentado de manera notable los intentos de entrada a nado. De la misma manera se ha producido un repunte en las muertes focalizadas en la Frontera Sur, vinculadas directamente al drama de muchas familias que perdieron el único sustento económico para mantenerse y que se situaba en el comercio vinculado a la propia frontera.
Búsqueda sin resultados de un cuerpo por parte de los GEAS
Precisamente a primera hora de la tarde los
GEAS se desplegaron en la zona del Tarajal ante el aviso, que debía ser confirmado, de la presencia del cuerpo de una persona flotando en el mar. Aunque los guardias civiles adscritos a esta Unidad intentaron hacer todo lo posible para localizar ese cuerpo, tuvieron que desistir en las labores de búsqueda debido a la imposibilidad de actuar en el mar, ante el estado en que se encontraba. Las labores de localización quedaron abortadas en torno a las tres de la tarde, sin haber conseguido resultado. El constante flujo migratorio que se registra en la Frontera Sur ha convertido este verano que nos deja en uno de los más peligrosos en cuanto a incidencias en el mar y en uno de los más trágicos debido al hallazgo de varios cuerpos sin vida, todos de nadadores que quisieron bordear el espigón o bien para entrar en Ceuta o para salir.