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“Nos preocupa porque las embarcaciones del Servicio Marítimo navegan por el Foso y no queremos ni pensar que naveguen a riesgo y ventura”
La queja a la Autoridad Portuaria sobre la falta de infraestructuras para una navegación segura en el Foso de San Felipe ha recibido una respuesta no esperada por la máxima Autoridad en la materia, es decir, Capitanía Marítima. A partir de ese momento se ha dicho y escrito mucho sobre el tema.
La lógica dice que una decisión de este calado sobre la seguridad de la navegación de embarcaciones va avalada por unos informes jurídicos y técnicos que llevan a Capitanía Marítima a declararlo como no navegable para garantizar la seguridad de los usuarios; advirtiendo de que las embarcaciones que lo transiten lo harán “a su riesgo y aventura”. Difícilmente una decisión que afecta a la seguridad de las personas puede tener marcha atrás, si no se resuelven los obstáculos que han dado lugar a tomarla, aunque en este caso la respuesta ha sido salomónica, ni sí ni no.
Decía que se ha escrito mucho en los medios de comunicación, pero hay cosas que no llego a discernir, no sé si será por desconocer las instrucciones de Capitanía Marítima, ni la legislación en esta materia y, por tanto, escribir sólo desde la lógica y lo leído. Dicho esto, me surgen unas dudas razonables. La primera, si como se viene diciendo, tras la publicación del BOCCE, los seguros marítimos dejarán de cubrir a las embarcaciones, tripulantes, pasajeros y bañistas, por qué se permite la navegación “a su riesgo y aventura”.
No es un disparate pensar que si la resolución de prohibición es por riesgo y no se prohíbe el transito absoluto, se tendría que analizar si la resolución sería temeraria, porque los poderes públicos están obligados a garantizar la seguridad de los ciudadanos españoles y, por tanto, dejar una decisión de este calado a criterio de los usuarios parece una imprudencia, sobre todo, conociendo que la queja fue precisamente porque los usuarios de las embarcaciones náuticas denuncian falta de infraestructuras para una navegación segura.
Imagínense que la Dirección General de Tráfico declara una carretera no transitable, pero permitiera a los ciudadanos circular “a su riesgo y aventura”, a sabiendas de que los posibles lesionados o perjudicados carecerían de seguro obligatorio porque los responsables que transiten deberán responder personalmente. Nadie entendería una decisión de este tipo.
La Cámara de Comercio ha mostrado su rechazo, sorpresa, preocupación e indignación por la decisión de Capitanía y alerta sobre la incidencia que puede tener en el sector turístico, porque en la oferta turística de la ciudad se incluye el trayecto en barco por el innavegable Foso y se quejan de no ser consultadas las empresas turísticas y ciudadanos. Desconozco el número de turistas que ha navegado por el bonito Foso, pero me temo que no son tantos como desearíamos los ceutíes y la lógica dice que afectará más a los aficionados a la navegación y pesca de nuestra ciudad. Sin embargo, ese lícito rechazo, argumentando la “no consulta a empresas y ciudadanos”, esta fuera de lugar porque esperar que una decisión sobre seguridad marítima sea consultada a empresas y ciudadanos carece de lógica, porque son los expertos y técnicos los que tienen que decidir y, por supuesto, valorando sólo criterios de seguridad.
Pueden pensar que nos estamos metiendo en un charco que no nos corresponde, pero a la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC), nos preocupa la salomónica decisión de Capitanía Marítima “a su riesgo y aventura”, porque las embarcaciones del Servicio Marítimo Provincial de Ceuta navegan por el Foso de San Felipe y no queremos ni pensar que naveguen “a su riesgo y aventura”, porque los agentes de la Autoridad no estamos exentos del cumplimiento de la normativa marítima, ni del cumplimiento de las leyes. Una razón de peso para exigir a Capitanía Marítima que remita a la Comandancia de la Guardia Civil un informe jurídico que determine si los guardias civiles pueden tener alguna responsabilidad.
Capitanía Marítima entenderá que ninguna organización seria puede dejar en el limbo la interpretación de una norma que puede perjudicar seriamente la seguridad jurídica de los ciudadanos y, por supuesto, AEGC sabe que en cualquier momento puede ocurrir un accidente y será entonces cuando los seguros de responsabilidad utilizarán esa tan repetida frase entrecomillada “a su riesgo y aventura”, pero nosotros ya dispondremos de los informes preceptivos, o por lo menos, eso esperamos.