El avistamiento de la luna para determinar la fecha de Ramadán

Dicen que más vale prevenir que curar, así como estamos a solo unos días de la llegada del mes de Ramadán, vamos a tratar de despejar las dudas que existen sobre un asunto que realmente no tendría por qué tener demasiada importancia, pero que por desgracia sí la tiene. Es el asunto de la llegada del mes, del ver la luna o no verla, de por qué algunos empiezan un día y otros empiezan otro día distinto, cuando se supone que somos una sola comunidad en la que todos rezamos cinco veces al día en la misma dirección. En el Corán encontramos, en el versículo 185 del Capítulo 2, “En el mes de Ramadán se hizo descender el Corán, dirección para los hombres y pruebas claras de la Guía y del Discernimiento: así pues quien de vosotros vea el mes, que ayune”. “Quien de vosotros vea el mes, que ayune”. En este noble versículo hay una exhortación a que miremos la luna, a que alcemos nuestros rostros al cielo, veamos la grandeza de la creación de Dios y busquemos la luna del nuevo mes. Esto es maravilloso ya que el hecho de buscar la luna, de salir a mirar al cielo, nos conecta con la creación y con Su Creador. Esta misma exhortación la encontramos en el conocido dicho profético recogido por el Imam al Bujari y transmitido por Ibn Umar en el que dice: “Escuché decir al Mensajero de Dios, al que Dios le dé Su gracia y paz: Cuando la veáis ayunad, y cuando la veáis romped el ayuno: y si está nublado, estipulad (los días, completando treinta)”. La expresión ‘la veáis’ en este dicho profético se refiere a la luna (hilal) creciente de Ramadán. Tomando como base tanto este versículo como este dicho profético, afirmamos que para anunciar la llegada de un nuevo mes es necesario ver la luna y que si no se ve, entonces se completan los treinta días del mes. Ahora bien, hemos hablado de ver la luna, de lo que en árabe se llama ‘ruyatul hilal’. ¿Cómo se ve esa luna nueva? Para responder a esta pregunta, vamos a centrarnos en nuestra escuela de jurisprudencia islámica (madhhab) del Imam Malik Ibn Anas. La afirmación del avistamiento puede ser mediante una de estas dos opciones y ambas son aceptadas y vinculantes: Que haya sido vista la luna nueva por un grupo de personas tal que es inconcebible que hayan podido ponerse de acuerdo con respecto a mentir sobre un asunto Que haya sido visto por dos adlain, por dos personas que poseen el grado de udul, de adl de justos. ¿Y quién es un adl según la escuela Maliki? Es una persona honesta e íntegra, musulmán, adulto y conocido por ser justo, recto y que aplica en su vida los principios de la fe islámica. Es decir, que no vale el avistamiento de cualquier persona, deben ser dos personas con las cualidades que hemos mencionado, que son enviadas con esa misión por la persona de autoridad entre los musulmanes. Una vez que estos dos adlain han visto el hilal de la nueva luna, se lo comunican a la persona de autoridad que es quien hace público, por los medios que tenga a su disposición, el comienzo del mes de Ramadán. Si no se ha visto la luna nueva por ninguno de estos dos caminos, entonces, ¿qué se hace? Muy sencillo, se completan los treinta días del mes anterior; en el caso del comienzo del Ramadán, se completaran los treinta días del mes de Sha’ban. Hasta aquí creo que el asunto es fácil de comprender. Ahora el tema se pone un poco más complicado, ya que entra en juego el componente astronómico, lo que en árabe se llama al hisab al falaki. ¿Hasta qué punto es válido usar el componente astronómico para determinar la llegada de un nuevo mes sin haber visto la luna? En este aspecto, como en el anterior, vamos a basarnos en la opinión más reconocida y extendida dentro del madhhab o escuela Maliki. Dice el comité de juristas y eruditos de la escuela maliki: “Lo cierto es que los que se basan en que se pueden aplicar el componente astronómico, es decir las matemáticas, para afirmar la luna nueva, lo hacen basándose en el dicho profético que hemos mencionado previamente, y afirman que cuando el Profeta dijo ‘estipulad’ también se puede traducir como ‘contad’”; según ellos se refiere a eso, a emplear las matemáticas para afirmar la llegada del mes. Pero esta opinión es débil, y aunque es una opinión aceptada por algunos juristas, sobre todo de la escuela Shafi’i, la opinión más fuerte, reconocida y aceptada por todos, es que no sirven los cálculos astronómicos para afirmar que ha llegado el mes de Ramadán. Aunque la ciencia nos diga que la luna está presente, si no se puede ‘ver’, no puede afirmarse que ha entrado el mes y por lo tanto habrá que completar treinta días. Una vez dicho todo esto, y para rizar el rizo aún más, tenemos que hablar también de lo que en árabe se llama ijtilaf al matali; la diferencia en los horizontes, la diferencia entre las regiones y las distancias. Dicho con términos actuales: ¿Globalizar o no globalizar? La escuela maliki, al igual que la mayoría de los eruditos de las otras escuelas, dice, o mejor dicho, habla de la semi-globalización: globalización parcial, con distancias no demasiado elevadas, dando siempre prioridad a las más cercanas a tu lugar de residencia. Esta es la opinión en la escuela del Imam Malik, más conocida como madhhab maliki ‘escuela maliki’.

Cuestiones políticas

Tenemos entonces tres aspectos: avistamiento, astronomía y globalización; estos son los tres aspectos que debemos tener siempre en cuenta con el asunto de la luna. Como veis, si nos basamos en el conocimiento, no es un tema complicado, me atrevería a decir que no es un tema que deba causar división entre los musulmanes, y tal vez lo que debamos comprender mejor que nada es que empezar el Ramadán en días diferentes no es motivo de separación en la comunidad musulmana. Es motivo de conocimiento, comprensión, misericordia y de la diferencia que existe en la creación de Dios. Como habréis podido comprobar no hemos hablado en ningún momento de la política que existe detrás de todo este asunto, que ciertamente es mucha, el debate que se suele originar en España es: ¿pero tú que sigues a Arabia Saudita o a Marruecos? Antes de dar la respuesta correcta, querría recordar lo que el Imam Malik dice al respecto de que tenemos tres cosas: avistamiento, astronomía y globalización. En lo que respecta a la globalización, todos los juristas de la escuela maliki, al igual que la mayoría de juristas del resto de escuelas, están de acuerdo en que los musulmanes que viven en un país no musulmán deben de ayunar con el país musulmán más cercano. Vamos a ver unas cosas antes de seguir con el tema: Distancia de Madrid a Riyad: 6.634 km. Distancia de Madrid a Rabat: 971 km. Distancia de Latinoamérica a Arabia Saudí: 11.867 km. Distancia de Latinoamérica a Marruecos: 6.997 km. Sabiendo esto: ¿Cómo es posible que la Comisión Islámica de España y los responsables de los musulmanes en Latinoamérica decidan ayunar con Arabia Saudita y no con Marruecos, siendo este último el país musulmán que más cerca tienen? En el caso de España, ¿cómo es posible que el presidente de la Comisión Islámica de España anuncie la llegada del mes de Ramadán justo cuando lo anuncia Arabia Saudita, sabiendo que hay una diferencia horaria y que cuando se anuncia en Arabia Saudita el avistamiento de la luna es imposible que a esa hora se haya avistado en España porque aún serían las cinco de la tarde? ¿No podría tener un poco de vergüenza y dignidad y por lo menos esperar a que llegue el ocaso en España para anunciar la llegada del mes de Ramadán? Esto es una falta de respeto al conocimiento islámico, a los eruditos y a los musulmanes en general. Esto solo obedece a intereses políticos o económicos, y desde la Comunidad Islámica Imam Malik queremos dejar claro que esa forma de actuar no obedece en absoluto a motivos puramente religiosos, más bien podemos asegurar que detrás de esa forma de actuar hay una motivación política o económica. Nosotros, con este artículo, estamos aportando todos los argumentos que los eruditos extraen del Corán y la tradición profética o Sunna, que cada cual decida lo que hacer, y que lo piense muy bien, ya que está en juego uno de los pilares de su religión como lo es el ayuno del mes de Ramadán. Muchos podrán decir: ¿por qué tendríamos que ayunar con Marruecos y no con Argelia cuando también es un país musulmán cercano al nuestro? A esta pregunta daremos dos respuesta, geográfica y religiosa. Geográfica: Distancia de Madrid a Rabat: 971 km. Distancia de Madrid a Argel: 1.325 km. Viendo esto último creo que está clara la respuesta, aun así, vamos a hablar ahora del argumento religioso. Respuesta religiosa: la respuesta que doy a esta pregunta es que no solo los musulmanes de España están obligados a ayunar con Marruecos por ser este el país musulmán que está más cerca, sino también los musulmanes de Latinoamérica lo están desde el punto de vista geográfico. En lo que respecta al punto de vista religioso, decimos que nosotros no seguimos a los países, sino que seguimos el conocimiento de nuestra religión. Nosotros seguimos el madhhab o escuela del Imam Malik, como también se sigue en Marruecos, nosotros seguimos el avistamiento de Marruecos, siendo Marruecos el país del mundo en el que mejor se hace el método del avistamiento, puesto que se envía a decenas de personas a puntos determinados a mirar la luna; nosotros seguimos la semi-globalización como nos enseñan los eruditos malikíes y la mayoría de los eruditos de las otras escuelas, teniendo en cuenta que el país musulmán más cercano a España es Marruecos. En consecuencia, los musulmanes españoles estamos obligados a seguir el avistamiento lunar de Marruecos que es donde mejor se preserva el conocimiento del madhhab o escuela maliki. Y por ello sé, sin lugar a dudas, que en este caso seguir a Marruecos en el avistamiento de la luna es seguir el conocimiento y ponerlo en práctica, siendo lo más correcto y lo más cercano al Corán y a la Sunna. En base a estos argumentos decimos, sin lugar a dudas, que los musulmanes en España están obligados a seguir el avistamiento lunar de Marruecos. La Comunidad Islámica Imam Malik desea un feliz Ramadán. Ramadán Mubarak Said.