Algunos ni si quiera han llegado con la punta de los pies al suelo. Sin embargo, eso no ha sido impedimento para que toquen a la perfección en armonía el piano. Es el retrato que se ha vivido en el Teatro del Auditorio del Revellín de Ceuta.
Niños de todas las edades, vestidos de blanco y con pantalones cortos, han estado frente a las teclas este jueves. Así, han despedido un curso cargado de aprendizaje ante la cálida acogida de sus familiares.
Sin hacer mucho ruido y siempre en un tono de respeto, estos músicos han dado la bienvenida a los asistentes o han dicho adiós con un gesto de agradecimiento al dejar el escenario.
Del piano a la cuerda
Diferentes canciones se han sucedido en las primeras actuaciones. Clásicos, temas populares, infantiles o de bandas sonoras han resonado por la sala.
Han estado acompañados en todo momento por su profesora de piano, Liudmilla Trokhina. Sentados uno detrás de otro, como si se tratara de una clase más, han dejado volar sus manos sobre el instrumento. Así, los más pequeños, han combatido los nervios al sentirlo como un día más de su rutina.
Pasadas las intervenciones de piano, ha sido el turno de la guitarra, aunque el teclado se ha intercalado entre una y otra actuación. Tonos alegres, calmados y una ensayada coordinación han marcado el carácter de esta amena velada en la que los músicos del centro han sido los auténticos protagonistas.
Solistas y grupos
Todas y cada una de las secuencias han sido diferentes. Algunas han sido en solitaria, otra en dúos, en grupos de tres o de más. Gracias a todas estas interpretaciones, los más pequeños han tenido la oportunidad de demostrar su paso por la academia.
A su vez ha ofrecido “la posibilidad de expresarse a través del arte ante un público oyente”. Natalia Cabezón, una de las docentes de Allegro, ha reconocido que es un día especial para ellos.
“Tras un duro año de trabajo en el que han compaginado sus estudios con las actividades, con las clases de música y sus respectivos ensayos, podemos decir como profesores que el resultado es totalmente positivo”, ha detallado.
“Es muy complicado que tantos niños tocando al mismo tiempo armonicen melodías al unísono con dos horas de clases la semana”, ha asegurado. “Gracias al trabajo del equipo de esta academia, del interés, de las inquietudes de estos músicos y del compromiso de las familias”, ha incidido.
A su juicio, son criterios indispensables para que “todo salga adelante con la mayor recompensa, que no es otra que disfrutar del escenario”, ha mencionado. “Es lo más gratificante”, ha trasladado.
El flamenco no muere
Dar voz “a lo eterno” en “tiempos modernos” o cómo contar a través de un espectáculo de flamenco que el género no muere. Esta es la esencia de la actuación ‘Raíces’, un evento cultural que rendirá homenaje a este estilo musical este sábado en el Teatro Auditorio Revellín de Ceuta.
El centro Allegro es el artífice de este mensaje en forma de expresión cultural del que ha disfrutado el público. Cabezón es la creadora de esta exaltación en forma de canción. El resultado se divide en cuatro bloques en los que se desarrolla una u otra temática sin olvidar al eje central: el flamenco. Tintes actuales, canciones populares y otros ingredientes que unen al clásico.
La misma autora indica que se trata de “un viaje coreográfico que explora la evolución y riqueza del flamenco”. Cada parte tiene su columna vertebral sobre la que se asentará. La primera se basa en la fusión con la danza moderna para “romper barreras estilísticas y mostrar un lenguaje contemporáneo con raíces profundas”. La segunda expone piezas “de toda la vida”, la tercera se enfoca en el género tradicional y la última es para grandes éxitos musicales.