Gran entrada en el Teatro Auditorio del Revellín para asistir al concierto con motivo del 103º aniversario de la creación de las Fuerzas
Perfecto anfitrión, el coronel jefe del Grupo de Regulares Ceuta número 54, Sebastián Vega Murcia, fue saludando, en pie y situado en la puerta de acceso del Teatro Auditorio del Revellín, a todos y cada uno de los asistentes al concierto de música que, con motivo del 103º Aniversario de la creación de las Fuerzas Regulares, ofrecieron ayer la Banda de Música de la Comgeceu, la Nuba regular y el coro de adultos del Conservatorio Ángel García Ruiz en una cita cultural dedicada a los militares de reemplazo.
Presidido por el comandante general de Ceuta, el acto, que dio comienzo media hora más tarde respecto a la primera nota emitida por la Oficina de Prensa de la Comgeceu, rectificada ayer sobre la marcha, fue hermoso tanto en su desarrollo como en su puesta en escena, destacando el esmerado atrezo dispuesto para la ocasión por Regulares: trajes de la Unidad de épocas pasadas en el recibidor del Teatro y gigantes banderas colgantes por las paredes, como arropando así a los presentes y dotándoles de calor histórico.
“Este concierto homenaje a los militares de reemplazo”, señalaba el programa facilitado por la Unidad, “pretende testimoniar el agradecimiento de los militares de hoy en día que, en su condición de profesionales, forman en las filas de nuestro Ejército”.
Asimismo, las mismas fuentes castrenses apuntaron que “la mayor parte de las gestas heroicas que jalonan la Historia de nuestro Ejército fueron llevadas a cabo por militares de reemplazo. Hombres que acudieron a la llamada de las Armas cuando la Patria se lo pidió. Otros muchos, simplemente, cumplieron con el deber de alistarse por si eran requeridos para defender a España”.
A través de música (don divino, manifestación de dioses) los militares presentes, amén de civiles, rindieron homenaje al tiempo que se deleitaban con el programa dispuesto e interpretado: Centenerio Reglar, de Julio C. Ruiz; La canción del soldado, de José Serrano; La Cruz de Guerra, de Juan Costa y Fidel Prado; Retreta militar, tema anónimo; Margarita, de Julio Salgado; Soy español, de R. Lafuente; Plegaria al soldado regular, de A. Díaz Guerrero; y el Himno de Regulares, de E. Escrivá, pieza que sonó (y atronó en corazones) cuando la noche era ya una realidad cerrada e infinita más allá del Teatro.