El piloto de una
moto de agua, que fue sorprendido por la Guardia Civil pretendiendo el traslado de un inmigrante, fue
condenado este jueves en Ceuta al pago de una multa de 600 euros, después de que en la mañana de ayer fuera puesto a disposición judicial. Se le acusaba de un
delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y otro de desobediencia, toda vez que cuando fue detectado en plena travesía por los componentes del Servicio Marítimo del Instituto Armado, emprendió la huida dándose a la fuga. Posteriormente se presentaría al estar plenamente identificado. Tras su detención, fue trasladado a las dependencias judiciales en donde, ante la autoridad pertinente, reconoció los hechos y su participación en la comisión de ambos delitos, imponiéndosele una condena que, traducida en multa, supone un abono de 600 euros. Inicialmente la moto de agua quedó intervenida por la Guardia Civil, figurando a nombre de otra persona.
En las últimas 48 horas han aumento los episodios relacionados con el tráfico de inmigrantes y el empleo de embarcaciones, interviniendo en todos ellos los integrantes del Servicio Marítimo.
Así, al margen de este caso concreto en el que ha habido acuerdo, se detuvo a dos personas implicadas en el tráfico de varios marroquíes a bordo de una embarcación, que ya se encuentran en prisión provisional. Poco antes también la Guardia Civil detuvo a un joven que intentó fugarse de los agentes siendo arrestado y ya condenado al pago de una multa por un delito de desobediencia.
Llegando el verano, se produce un aumento en los intentos de colar inmigrantes por los espigones fronterizos haciendo uso de pequeñas lanchas o motos.