La administración dio de baja en Ceuta 162 empadronamientos en tan solo un mes, el noviembre pasado. Una inscripción que, en el caso de ser fraudulenta, acarrea multas por figurar oficialmente en un municipio y vivir en otro distinto.
Estar empadronado en el municipio donde se reside de forma habitual es un requisito legal en España, según lo estipulado en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Esta obligación, que tiene un largo recorrido legal, se encuentra regulada en el artículo 63 del Real Decreto 1690/1986, de 11 de julio, que aprueba el Reglamento de Población y Demarcación Territorial de las Entidades Locales.
En este artículo se establece de manera explícita que “todo español o extranjero que viva en territorio español deberá inscribirse en el municipio en el que resida habitualmente”. Esta normativa no solo afecta a los ciudadanos, sino que también tiene implicaciones significativas para las administraciones locales.
¿Por qué es importante el padrón municipal?
El padrón municipal es un registro administrativo que recoge a los vecinos que residen en cada localidad. Según la ley, cualquier persona que viva en España está obligada a inscribirse en el padrón del municipio donde reside habitualmente. Si una persona tiene su vida dividida entre varios municipios, deberá empadronarse en aquel donde pase la mayor parte del año.
Este registro resulta fundamental para acceder a servicios esenciales como la educación pública, la atención sanitaria primaria o las ayudas sociales. Además, es un requisito indispensable para ejercer el derecho al voto en elecciones municipales. Por otro lado, los datos del padrón se utilizan para calcular la población de un municipio, lo que influye directamente en la distribución de recursos y representación política.
Multas por estar empadronado en un municipio y vivir en otro
No estar empadronado en el municipio donde se reside puede dar lugar a sanciones económicas. Estas sanciones pueden alcanzar hasta 150 euros, dependiendo de las ordenanzas locales y del tamaño del municipio. Por ejemplo, en localidades con más de 500.000 habitantes, se aplica la multa máxima por no cumplir con esta normativa.
Además, la falsedad u omisión de datos en el empadronamiento está recogida como infracción en el artículo 59 del Real Decreto 781/1986, de 18 de abril. Este tipo de infracción puede implicar sanciones económicas que varían en función del número de habitantes del municipio.
Menos si estás empadronado en Ceuta pero vives en Marruecos, entonces tienes derecho a quejarte por todo y que te den trato preferente en la frontera.