Nueve personas han muerto este martes y otras dos presentan graves signos de intoxicación tras consumir alcohol adulterado en la ciudad del norte del Marruecos de Ksar el Kebir. Por estos hechos hasta el momento habrían sido detenidos un hombre de 48 años y su hijo menor de edad como responsables de la venta de las bebidas que, presuntamente, habrían causado la muerte de estas nueve personas.
Según informaron a Efe fuentes policiales, en la operación que resultó en la detención del hombre -que además tiene antecedentes penales- y su hijo los agentes se incautaron de 49 litros de alcohol adulterado que había sido fabricado de forma clandestina y que se vendía en la tienda propiedad del ahora arrestado.
Los dos sospechosos están ahora bajo investigación judicial a cargo de la Fiscalía, para determinar la relación entre las muertes y el alcohol consumido por las víctimas.
Cabe mencionar que el consumo de alcohol está muy restringido en Marruecos, ya que no solo está mal visto socialmente, como ocurre en todos los países con mayoría y tradición musulmana, sino que las bebidas alcohólicas también tienen precios muy altos por soportar una gran cantidad de gravámenes.
Ante esta situación, en el país magrebí abundan las destilerías clandestinas y la venta de alcoholes fuertes en la clandestinidad, principalmente aguardientes producidos de forma artesanal y sin las debidas garantías sanitarias. Por lo tanto, esta parece haber sido la causa de la muerte de estas nueve personas, aunque todo lo ocurrido todavía debe ser investigado por las autoridades competentes en la materia.
De todos modos, la noticia sí ha generado un fuerte impacto a nivel nacional, y especialmente en la ciudad donde se ha generado, pues el fallecimiento de las víctimas ha sido alto en número y por las circunstancias en las que se habrían generado. Una desgracia que, a buen seguro, incrementará los controles sobre este tipo de lugares clandestinos.