Un accidente doméstico en el barrio de Bendibane, de la ciudad de Tánger, dejó como resultado una persona fallecida. La víctima fatal fue un joven de 30 años que falleció por asfixia como consecuencia del uso de carbón para calentar el interior de una habitación cerrada en su vivienda.
Fuentes cercanas al fallecido informaron se trataba de un joven casado, que fue encontrado muerto dentro de su habitación en la casa que habitaba en el mencionado barrio. Las primeras informaciones que trascendieron indicaban que un accidente había provocado el fatal desenlace.
Según las mismas fuentes, el joven se encontraba solo en la casa al momento en el que ocurrió el accidente.
La víctima había instalado en su habitación una tradicional estufa de carbón, lo que le provocó la inhalación del gas monóxido de carbono, que se emite como consecuencia de la combustión de oxígeno en el interior de espacios cerrados.
Las autoridades a cargo de las indagaciones enviaron al lugar un equipo de prevención civil e investigadores de la Policía Judicial, quienes iniciaron inmediatamente las diligencias legales para determinar las circunstancias de este accidente.
El cuerpo de la víctima fue trasladado de manera a la morgue del Hospital Duc de Touvar para realizarle los estudios de rigor y así confirmar las causas de la muerte.
A propósito de lo ocurrido las autoridades de Tánger han aprovechado la oportunidad para advertir que por estas fechas se produce un aumento significativo de los accidentes que terminan en asfixia.
Es durante los meses de otoño e invierno cuando se suelen multiplicar los reportes que se reciben debido a incidencias por el uso inadecuado de métodos de calefacción dentro de las viviendas, especialmente en lo que respecta a no dejar salidas para la adecuada ventilación durante el funcionamiento de estas herramientas, ya sean tradicionales o más modernas: eléctricas.