El poeta marroquí Mourad Kadiri ha presentado su cuarto diván, como se conoce en la cultura islámica a una colección de poemas. Y esta no es otra que Tranvía, una obra publicada por el Instituto de Estudios Ceutíes y que ha sido presentada por su autor en la Biblioteca Pública. “Este diván es una experiencia poética propia que dio inicio en los años 80 y aquí podemos ver un diálogo con mi yo interior. Algo muy específico de esta obra es que está escrito en dariya o árabe marroquí, en zejel, una tradición que se remonta a Al-Ándalus donde había un gran autor de zéjeles que se llamaba Ibn Quzman, que vivió en la época omeya en el siglo XII”, ha explicado Kadiri.
En la presentación de la obra también ha intervenido el propio traductor, Francisco Moscoso, quien ha reconocido que traducir una obra de estas características no es sencillo. “Es difícil la traducción de la poesía, pero he contado de primera mano con Mourad, que es amigo mío y una gran ayuda porque acudo a él para preguntarle dudas. También hay un componente cultural que es importante entender y es mucho más sencillo si tienes al lado al poeta”.
Moscoso también ha apuntado que si bien el dariya es una lengua que “no tiene reconocimiento oficial ni está codificada”, ello no implica que “alguien no pueda crear en su lengua nativa. Actualmente en Marruecos hay más de cien páginas web escritas en árabe marroquí y aunque no cuenta con el mismo apoyo que el árabe clásico, en cualquier lengua se puede crear y expresar la capacidad creativa del autor”.
La poesía en Marruecos está experimentando un resurgir, especialmente entre las nuevas generaciones, y no es raro ver una amplia producción de este tipo de obras en distintas lenguas, desde árabe clásico, tamazight o bereber e incluso español.