Los dos marroquíes que fueron detenidos en la mañana de este martes por la Guardia Civil de Ceuta tras colar a nado, como motores humanos, 70 kilos de hachís repartidos en fardos, han ingresado ya en prisión preventiva a la espera de juicio. Se enfrentan a penas de 4 años de prisión y atrás, en Castillejos, dejan mujeres e hijos.
Según la Benemérita, ambos bordearon el espigón del Tarajal arrastrando hasta cinco fardos con droga, que dejaron en las proximidades de la playa de Almadraba-Juan XXIII. Los dos llegaron por sus propios medios a tierra, en traje de neopreno, siendo interceptados por los agentes y vinculados, sin duda alguna, con la mercancía. Por eso los asociaron con un delito contra la salud pública que les ha llevado a ser presentados ante la autoridad judicial. De momento ambos han ingresado ya en la prisión de Mendizábal, a la espera de ser puestos a disposición del juzgado para responder de esta ilícita actuación. Su historia comenzó siendo narrada como un rescate de inmigrantes que, al final, tornó en un pase de hachís. Para la recuperación de los cinco bultos se tuvo que contar con el apoyo de los GEAS y del Servicio Marítimo. Los dos implicados llegaron al límite de sus fuerzas a la orilla, después de bordear el espigón en pleno temporal y tras jornadas de pases frustrados de inmigrantes y otros llevados a cabo con éxito.
En la prisión de Ceuta ya hay varios condenados y otros esperando juicio por haber ejercido de motores humanos, una técnica que operó en la ciudad inicialmente para el tráfico de personas pero que ahora se aplica a la droga.
El hachís intervenido fue trasladado al área de Sanidad para su posterior destrucción después del análisis y pesaje final que tienen que realizarse para informar a la autoridad judicial al respecto