Moreno gana, por dos votos, las elecciones de una FPAV dividida

El resultado fue de 29 a 27 a favor de Moreno, quien admitía que esperaba una mayor ventaja. Parte del electorado habla de irregularidades y estudia impugnar los comicios

División. Es lo que se respiraba desde hace meses en la Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos (FPAV) de Ceuta y es lo que han ratificado los resultados de las elecciones celebradas en la jornada de ayer. Juan Moreno (Asociación de Vecinos de Benítez) fue elegido presidente en unos comicios muy disputados y en los que hubo una mínima diferencia de votos entre ambos candidatos, tan solo dos. De un censo electoral de 63, se emitieron 59 votos. De éstos, 29 apoyaban la candidatura de Juan Moreno y 27 la de Miguel Ayora (Erquicia). Otros tres votos se emitieron en blanco. Miembros del Comité Electoral comentaban nada más ofrecer los resultados que en el recuento ambos candidatos iban a la par hasta los instantes finales, tanto que la diferencia resultó ser de dos papeletas al final del escrutinio.
El elegido nuevo presidente de la FPAV, Juan Moreno, admitía en declaraciones a este medio nada más darse a conocer el escrutinio final que esperaba una diferencia mayor a su favor, pero que estaba “contento” porque la mayoría ha depositado su confianza en él.
Moreno afirmó que espera “volver a empezar a trabajar” para que la FPAV “pueda coger lo que necesita y que todas las asociaciones estén contentas de tener un nuevo presidente que va a trabajar por ellas”.
En cuanto a la mínima diferencia, que demuestra que casi la mitad del censo se ha decidido por el otro candidato, el nuevo presidente dijo que lo ve “estupendamente” porque “hemos sido dos personas que hemos estado luchando en la FPAV. Eso es bueno, a ver si la próxima vez hay más gente o están más contentos y me vota más gente”. Para la que va a ser su primera legislatura al frente del movimiento vecinal, Moreno tiene previsto a corto plazo “unificar todo lo que va a ser criterios de seguridad ciudadana y unir a todas las asociaciones, que todas vean que en realidad se representan siempre por la Federación, que es la que hace la piña para que esto funcione”.
Precisamente piña y unidad son dos conceptos que no se vieron reflejados en los resultados, ya que a sólo dos votos del ganador se quedó el otro candidato, Miguel Ayora. Tras conocerse el escrutinio final, se mostró satisfecho por tener el respaldo “de muchísimos más presidentes” respecto a las anteriores elecciones a las que concurrió, y adelantó que “no hay dos sin tres”, matizando seguidamente que volverá a presentarse. “Se ha avanzado de unas elecciones a otras y hay muchas personas del movimiento vecinal que han visto que hay algo en la Federación que falla y han intentado cambiar”, afirmó.
Ayora puso de manifiesto que durante esta legislatura va a desarrollar una labor de colaboración pero también crítica, todo en aras a que el movimiento vecinal mejore. “En mí está ayudar a la Federación en todo lo que sea, porque es mi fin, no la voy a dejar desamparada, voy a seguir aquí, protestando y viendo lo que está mal para discutirlo y pelearme con el presidente”, manifestó.
Simpatizantes de este candidato decían estar contentos ya que, aunque el suyo no ha sido el ganador, sí se ha puesto de manifiesto que una parte importante del movimiento vecinal no está contenta con la labor que está realizando la Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos y que está en desacuerdo con la línea continuista que representa el ganador de las elecciones. Hay un colectivo que piensa en impugnarlas al entender que se ha producido una irregularidad en cuanto al censo, ya que ha votado el presidente de una asociación que muchos no reconocen como parte de la Federación.

Las sombras de las elecciones

Las elecciones vecinales se desarrollaron en torno a la polémica, suscitada por un desacuerdo entre asociaciones de vecinos por el derecho o no a votar de una de ellas, Avenida España, recientemente constituida, un debate que no es nuevo y que resurgió ayer. Por este motivo, las elecciones, que comenzaron a las nueve de la mañana, tuvieron un parón para que se tomara una decisión al respecto, que finalmente fue la de permitir a esta asociación emitir su voto.
Tal y como explicaron a este medio líderes vecinales, esta asociación, cuyo presidente es el hasta ahora vicepresidente de la FPAV, Juan Jiménez, está legalmente constituida pero no federada correctamente, ya que es una decisión que debería pasar por la asamblea, órgano que tendría la última palabra.
Representantes vecinales decían no entender por qué se ha tomado unilateralmente la decisión de que esta nueva asociación participara en los comicios. Decían que la decisión se había tomado “a última hora” y que no ha habido tiempo de reacción. Algunos miembros del Comité se levantaron de la mesa como muestra de desacuerdo por el trato recibido, ya que entendían que se les estaba ignorando. Unos lamentan que los estatutos son muy ambiguos y que dan lugar a la interpretación y otros que se habían “saltado” el reglamento.
Fuentes del movimiento vecinal indicaron que existe un precedente, el de las 108 viviendas, que llegó a la asamblea y fue ésta la que decidió no federarla. Además, añadieron que la Asociación de Vecinos del Sardinero, barriada colindante a la recientemente constituida, fue ayer consultada sobre este asunto y se opuso a la inscripción de la nueva asociación.
Manipulación, imposición, dictadura o punto ilícito eran algunas de las palabras que pronunciaban representantes vecinales en la jornada de ayer. No obstante, hay presidentes que aseguran no dejar así las cosas y hablan de impugnar las elecciones debido a que esta asociación ha votado, algo que consideran que no debería producirse sin pasar previamente por la asamblea. Cuentan con un plazo en el que decidirán si finalmente utilizan esta herramienta.
En cualquier caso, el voto de la asociación de marras no ha sido determinante para el resultado de las elecciones, pero los presidentes vecinales que han mostrado su disconformidad con esta forma de proceder no están dispuestos a permitir que se actúe de la manera que ellos creen que no es la correcta. Todo apunta a que el resultado final del proceso electoral no marca el final del cisma que existe en el movimiento vecinal, donde la polémica está servida.