Mohamed Mustafa: "Nuestros votos servirán para conseguir una nueva forma de hacer política"

Con más focos encima que entonces, Mohamed Mustafa (Ceuta, 1978) parece seguir siendo esencialmente “el mismo” que hace algo más de veinte años empezaba en política al frente de Jóvenes Demócratas. Mañana a las 18.00 horas será proclamado candidato de Ceuta Ya! a la Presidencia de la Ciudad. Dos décadas después, sigue convencido de que el localismo es la mejor vía para “mejorar la calidad de vida” de los ceutíes, su objetivo en política.

En esta entrevista lamenta que no se haya alcanzado, otra vez, unidad en ese espacio político y explica por qué no ‘fichó’ por el PSOE. El 28-M liderará una lista “diversa” y “representativa de todas las Ceutas” con un programa “creíble y medible”.

El 28 de mayo será uno de los debutantes como candidato a la Presidencia de la Ciudad. ¿Cómo afronta uno ese reto?

Con muchísima ilusión y con mucho respeto. El encargo es hercúleo, sobre todo viniendo de la tradición que tenemos, un localismo que aglutina dos movimientos importantísimos para la historia reciente de nuestra ciudad como la UDCE y el PSPC. Cargan con esa responsabilidad impresiona, pero voy con mucha ilusión, con humildad, sabiendo que nuestros contrincantes tienen todos los medios a su disposición y que nosotros apelamos al corazón de la gente, a lo que realmente le importa. Cuando entramos en la vorágine del ruido que provoca muchas veces la extrema derecha los compañeros acuñaron el término ‘hablar de lo que importa’ y eso es lo que queremos hacer en campaña. Ahí me siento cómodo porque jamás he dejado de pertenecer a la gente.

"La gente no solo se va porque no encuentra oportunidades aquí, también porque no se siente querida"

Ha pasado un año y medio desde la ‘refundación’ de Caballas como Ceuta Ya!. ¿Qué ha ganado y perdido el proyecto?

Ha ganado ensanchamiento. Hemos aglutinado a gente que probablemente en Caballas no encontraba espacios por distintas razones que seguramente interpelaban más al receptor que al actor. Hemos ganado con gente de distintos sectores, ampliado el espacio con un vector esencial: en aquella manifestación del 28-F de 2020 en la que los ceutíes clamaron contra el discurso del odio y a favor de la unidad entendimos el mensaje de que había que retroalimentarse de los movimientos sociales. En la refundación quisimos abrirnos y así lo hemos hecho. Lo que más ha costado son las resistencias típicas emocionales. Cuesta adaptarse a los nuevos retos, pero es momento de transmitir esperanza en que una Ceuta diferente de todos y todas en la que los recursos públicos se distribuyan de la mejor manera es posible.

Ha vivido una Asamblea especialmente crispada. ¿Percibe en la calle que esa virulencia se ha trasladado a la sociedad?

Evidentemente. Son cuatro años de crispación. Cuando nosotros aterrizamos se redujo un poco porque hemos hecho otra política. A mí se me critica que valore que gracias a la presión de la gente y de formaciones democráticas como la nuestra el PP haya entendido que pactar con Vox era un error político y para la esencia de Ceuta. Yo en la calle he notado desconfianza y reticencias y nos preocupan especialmente nuestros jóvenes. Pensar que es gratuito estar cuatro años diciéndole a la mitad de la población que no es española, que sobra, que no tendrá oportunidades, que no es lo que se siente, es infantil. La gente no solo se va porque no encuentra oportunidades aquí, sino también porque no se siente querida, y eso es lacerante, hay que pararlo. Queremos mejorar la calidad de vida de todos los ceutíes, pero también que todos se sientan igual de queridos. Sonará ñoño, pero lo simbólico en la política es esencial, crea comunidad. Es fundamental querernos como somos en nuestra diversidad.

El escenario preelectoral presenta a tres formaciones de implantación nacional con aparentes posibilidades de gobernar y un localismo fragmentado. ¿Ha habido alguna posibilidad de unirse?

Yo lo he intentado absolutamente todo. Mi único requisito era un folio en blanco para conseguir la unidad localista. Ha habido movimientos sociales que han gestionado encuentros y pueden dar fe de ello. Con respecto a las formaciones nacionales, PP y PSOE han acordado gobernar en entre ellos. Quien saque un diputado más será apoyado por el otro y se comportan como un único actor político. Con respecto a la extrema derecha, carece de propuestas y no va más allá de azuzar el odio contra cualquier colectivo: homofobia, machismo, racismo... Tengo la esperanza de que muchas personas que en 2019 creyeron que era una opción que se salía del sistema y podía propugnar algo diferente se han decepcionado. Pronostico que bajará porque los ceutíes quieren, sobre todo, vivir en paz, y con ellos es imposible. Nosotros hemos trabajado bien, hemos hecho propuestas y también hemos sido beligerantes, como con el PGOU, cuando ha tocado.

"Evito que me hagan favores porque permitirlo es consentir la entrada de la corrupción"

¿El miércoles volverá a votar no al Plan General de Ordenación Urbana?

Estamos estudiando el nuevo expediente. Según nuestros técnicos hay cambios sustanciales que invitan a otra exposición pública no prevista, por lo que creo que volveremos a votar no.

Usted lleva años en política. ¿Cuando se convierte en el número 1 nota que se le acerca gente que antes no lo hacía?

He evitado eso al máximo. Sigo yendo al mismo colegio de siempre a recoger a mis hijos, dependiendo de la Sanidad Pública, viviendo en la misma barriada de San José, jugando al fútbol con mis amigos veteranos... Lo único que ha cambiado es que estoy en el Pleno. Yo siempre evito que me hagan favores porque permitirlo es consentir la entrada de la corrupción, lo que he detestado toda mi vida y repudia la ciudadanía.

Ceuta Ya! se comprometió a no cambiar banderas históricas del localismo como llegar a ser Comunidad Autónoma. Se han quedado un poco solos en la defensa de la excepcionalidad del Tratado de Schengen...

Solos salvo con algunas declaraciones del sector empresarial en nuestra misma línea...

Políticamente solos

Sí, pero con pertinencia. Ceuta ya no puede depender de un modelo económico único, sino de un puzle que incluya el deporte con iniciativas como La Cuna de La Legión, el mar y sus potencialidades a explotar como las playas todo el año, la economía de los cuidados, transporte marítimo asequible también para que vengan los peninsulares y una frontera fluida y segura, pero accesible. Servicios Turísticos estimó que cada turista marroquí gastaba en Ceuta entre 400 y 500 euros, más si pernoctaba. ¿Por qué renunciar a eso si el llamado ‘comercio atípico’ y sus imágenes deplorables no va a volver? Tenemos un instrumento para que residentes en la región de Tetuán con poder adquisitivo vengan como antes, cuando en rebajas las calles estaban llenas. Fiarlo todo al consumo interno es infantil y falaz.

Lo de la frontera “fluida” es el sueño imposible, parece. Ni con excepcionalidad ni sin ella. ¿Usted tiene alguna explicación?

Nos dijeron que eliminando la excepción no habría colapsos y ahora hay esperas de 4 horas para entrar o salir por la frontera. Es mentira.

"La prioridad es que haya una alternativa en el Gobierno de la Ciudad, no una alternancia”

¿Usted cree que es mentira que vayamos a tener una aduana comercial con todos los estándares internacionales?

No voy a usar esa palabra porque debo ser prudente, pero llega ya muy tarde. Nos dijeron que la tendríamos, el ministro de Asuntos Exteriores dijo que en enero, después que en la RAN se concretaría un calendario... Que la gente juzgue. La aduana comercial no solo implica paso de mercancías, sino que los intereses de nuestros empresarios sean tenidos en cuenta y defendidos por el Gobierno central. El Estado debe reunirse con ellos y después negociar con Marruecos. Eso es lo lógico, pero aquí siempre estamos en la ambigüedad.

Tampoco parece haber mucha lógica en todo lo que está pasando con las bonificaciones en las cuotas a la Seguridad Social. Todo el mundo dice oponerse, pero el sistema se cambia por Real Decreto.

El hecho es que hay un Plan Estratégico que lo prevé y un Real Decreto que lo aplica. Nosotros fuimos los primeros en denunciar ese cambio y nuestro papel como localistas es ese. La Delegación no puede decir que no sabía nada. No tiene sentido, como que el Gobierno central como medidas sin contar con los suyos. El secretario general [del PSOE, Juan Gutiérrez] dijo aquí que habían colocado a un delegado que les iba a servir para ganar las elecciones. Modificar las bonificaciones y perjudicar a miles de trabajadores no parece muy bueno para sus intereses electorales. O hay mucha descoordinación o solo interesamos como frontera exterior. Con lo demás, mientras no gritamos no pasa nada y si además el Gobierno local baila el agua, todo controlado.

El líder del PSOE también dijo aquí que a usted le había tendido la mano para integrarse en su proyecto, ¿por qué dijo no?

Me hizo una propuesta a mí, no a Ceuta Ya!. Me propuso que yo entrase en las listas, pero yo no estoy en política para mejorar mi situación o estar en una parrilla de salida. He venido aquí para mejorar la calidad de vida de mis vecinos y tras más de veinte años en el mismo espacio tengo claro que la mejor forma de lograrlo es el localismo. No hablamos de política. Si quieres seducirme, algo con políticas públicas frente al paro, el fracaso escolar, vivienda o para revertir la infame desigualdad que persiste entre los ceutíes... No se habló de eso, sino de un fichaje, de venderme, y yo no me podría mirar al espejo si hubiese aceptado esa oferta.

"El PSOE no quiso hablar de política, sino de un fichaje, y yo no estoy en política para mejorar mi situación"

Hoy ha Pleno otra vez. Ustedes han sido muy críticos con el incumplimiento de los Acuerdos. ¿Hay forma de torcer esa dinámica de descrédito?

Cambiando el Gobierno. Yo se lo he dicho al PP en público y entre bambalinas. No cumplir los Acuerdos Plenarios implica un descrédito institucional con el que solo gana la extrema derecha que navega en la frustración y la cólera, en los afectos negativos, para pedir votos de castigo. El Gobierno está caducado y saturado, por lo que prioriza sus iniciativas y las del PSOE.

Parece que tras el 28-M cualquier escaño puede ser clave para cambiar o no el Gobierno. ¿Cómo va a utilizar el peso que tenga en la próxima Asamblea?

La prioridad es que haya una alternativa, no una alternancia. Nuestros votos servirán para conseguir una nueva forma de hacer política y abandonar la del avestruz. Hemos pedido un plan de rescate de la juventud para generar expectativas e ilusión y no tener una ciudad más triste, con menos gente y más carteles de ‘se alquila’ o ‘se vende’. No podemos condenar a Ceuta a ser inhóspita. Hacen falta políticas de construcción de viviendas, procesos de acceso al empleo público transparentes, abrir el melón de lo mal que está la Sanidad Pública y que quien no tenga medios quede condenado a sufrir o morir, poner el foco en la Educación Especial... Ceuta tiene un presupuesto de más de 300 millones al año y la gente no entiende cómo es posible que semejante cantidad de dinero se use para proyectos como una escuela de pilotos mientras obviamos la construcción de un centro para niños con TEA cuando existe un Acuerdo Plenario al respecto.

Mañana le proclaman candidato. ¿Ya tiene lista y programa?

Estamos trabajando en ambas cosas. El programa es lo prioritario porque queremos que sea creíble, medible y con números. Cuando hagamos una propuesta la gente podrá saber cuánto cuesta y si se puede o no hacer. No queremos elaborar la típica carta a los Reyes Magos. La lista es la menor de nuestras preocupaciones porque en primer lugar están las ideas y luego las personas, que serán jóvenes sin mochila preparados de todos los rincones de Ceuta. Esa será su característica: diversa y representativa de todas las ‘Ceutas’.

Españolidad, interculturalidad e igualdad

Ceuta Ya! nació en octubre de 2021 con Mohamed Mustafa como líder con la convicción de que la “Ceuta del futuro” debe construirse “en torno a tres señas de identidad esenciales: la españolidad, la interculturalidad y la igualdad". Para concretar esos principios siempre ha defendido que Ceuta debería convertirse en Comunidad Autónoma y, así, "normalizar nuestra plena integración en la estructura del Estado español” y “eliminar todo atisbo de administración diferenciada que favorece las tesis anexionistas de Marruecos y, la precariedad institucional y la inestabilidad política". El partido también cree que “la defensa más eficaz de la españolidad de Ceuta pasa por la defensa de nuestro europeísmo” con un Tratado de Buena Vecindad con el país vecino. En clave interna aboga por que la ciudad sea “una región productiva capaz de generar actividad y empleo en el sector privado” con “un modelo económico realista, consolidable y estable” que permita “impulsar un proceso de reequilibrio social” con “una red universal de protección social efectiva que garantice la cobertura de los servicios esenciales a todos”.