Hace un par de días en este mismo comentario editorial ya denunciábamos que la situación en el CETI era totalmente insostenible, no solamente por el incumplimiento de la empresa Dulcinea Nutrición en relación con el mantenimiento de los stocks de alimentos a los que están obligados por contrato y la decisión de la dirección del CETI de habilitar una partida para la compra de víveres, sino también por lo que están viviendo los trabajadores desde hace meses. Pedíamos una intervención del Ministerio lo más urgentemente posible. Pues bien, el departamento ministerial ya enviado una comunicación urgente a la empresa para que cumpla con sus obligaciones, donde también se incluye el mantenimiento de las instalaciones, pero según las fuentes ministeriales no han encontrado respuesta. Afirman desde Madrid que el expediente de rescisión del contrato se podría iniciar en cualquier momento por la Abogacía del Estado ha observando incumplimientos graves en el trabajo de Dulcinea Nutrición. Como es lógico antes se deben agotar todos los pasos que el Derecho Administrativo obliga al Estado en sus relaciones contractuales con las empresas, pero está claro que el problema ya no tiene marcha atrás y esta empresa de Puertollano tiene los días contados en el catering del CETI de nuestra ciudad. Al final va a terminar como su antecesora Global Food. Lo que está claro es que tendrán que hilar fino ante una nueva licitación para cuando se vaya la empresa castellano manchega.