Las distintas unidades adscritas a
la Comandancia General de Ceuta han iniciado esta semana el Test General de la Condición Física que levantó polémica durante el fin de semana debido a
unas denuncias por parte de miembros de las Fuerzas Armadas radicadas en nuestra ciudad que debían participar en las mismas.
Fuentes de la Comgeceu indican que siguen con sus actividades planeadas, ajustándose a la normativa en vigor. “En el caso de los Test General de la Condición Física, tanto los reconocimientos médicos como las pruebas físicas se realizan siguiendo los protocolos sanitarios, que recogen las medidas específicas para su desarrollo en la situación de crisis por
el COVID-19”.
Los militares realizaron una serie de denuncias concretas para demostrar cómo, en su opinión, la comandancia está “echando un pulso” a las recomendaciones efectuadas desde el Ministerio de Sanidad con el fin de reducir los contagios por coronavirus y controlar la expansión de la pandemia en nuestro país.
Pusieron como ejemplo las pruebas físicas, que fueron suspendidas el pasado mes de marzo, justo al inicio de decretarse el estado de alarma: “Justo cuando las cosas se están poniendo peor, la comandancia decide ordenar que todo el personal realice a partir de la semana que viene las pruebas físicas suspendidas en marzo con la alerta sanitaria”, denuncian. Unos ejercicios, desgranan, en los que es “imposible” mantener una distancia de seguridad.
Son numerosas las denuncias que han llegado a este periódico durante los últimos meses en relación con actividades programadas por la Comandancia General y que, desde el punto de vista, de algunos de sus participantes deberían ser suspendidas debido a la situación del COVID durante la etapa de confinamiento o ahora en esta segunda oleada.
Sin ir más lejos este miércoles ha trascendido una nueva queja del grupo de Artillería de Campaña, en la que indican que se les ha obligado a hacer el TGCF y “aquello ha sido un caos. Había un cross militar también en la misma zona. En una pista de tierra se hacen los 6 kilómetros con piedras y boquetes, además ha sido imposible guardar las distancias, al mismo tiempo que se corrían los 6 kilómetros se cruzaban ciclistas y personas que andaban por allí”.