La Comandancia General de Ceuta (Comgeceu) se encuentra ultimando los preparativos para llevar a cabo el despliegue de 130 efectivos en la capital de Irak, Bagdad, que se realizará a finales del mes de mayo y tendrá una duración de seis meses. FaroTV ha tenido la oportunidad de presenciar una jornada de instrucción.
Entre los efectivos que se desplegarán se encuentran componentes de diferentes cuerpos del Ejército español como La Legión o Regulares y, según explica el teniente Sánchez, “nos vamos a dedicar a la protección de autoridades, tanto civiles como militares”.
Esta misión está encuadra en el marco de la OTAN para ayudar a fortalecer las fuerzas de seguridad iraquíes y las instituciones de enseñanza militar iraquíes mediante la capacitación y el asesoramiento de los funcionarios de defensa y seguridad iraquíes del Ministerio de Defensa, la Oficina del Asesor de Seguridad Nacional y las escuelas militares y las instituciones de educación militar iraquíes.
Al margen de su formación en la ciudad autónoma, los efectivos también se han desplazado a la península para recibir adiestramiento en diversos puntos de España como por ejemplo el Campo de Maniobras y Tiro de Cerro Muriano (Córdoba) o la base militar Álvarez de Sotomayor de Almería.
En la jornada de formación que ha presenciado FaroTV, el teniente Sánchez indica que “las patas de la instrucción son varias y están centradas, como es obvio, en el tiro y la instrucción de combate”, pero la asistencia sanitaria y las tácticas de conducción de vehículos que se van a tener en la zona de operaciones son esenciales porque “es muy importante para preservar nuestra vida en momentos de riesgo y tenemos que conocer los procedimientos y la forma de trabajar que vamos a tener una vez nos desplieguen en Bagdad”.
Por otra parte, también incide en el componente psicológico previo al despliegue, ya que a parte de afrontarlo como una parte más de su vida como militares, de su formación y trayectoria profesional, “no quita que tengamos nerviosismo, pero al final es algo que tenemos que afrontar para realizar mejor el trabajo”. Por esta razón reciben charlas en las que se atienden diversos aspectos, entre ellos los psicológicos.
En cuanto a la formación en tiro, el sargento Márquez explica que se realizan varios ejercicios tanto para arma larga como corta. En estos se pretende conseguir mayor destreza con el arma, es por ello que todos ellos comienzan con una fase de disparo en seco (sin munición), que “nos permite es que todo el componente perteneciente a la misión efectúe todo el movimiento con el arma mucho más rápido y a la vez no tengamos gasto de munición excesivo”, declara.
Y una vez terminado el ejercicio en seco ya se pasaría a efectuar los disparos con munición de fuego.
Por otra parte, en cuanto al transporte, antes de comenzar una misión específica, el sargento Herranz expresa que mantienen una reunión con la personalidad que van a escoltar con la intención de advertirle de las diferentes medidas de seguridad que se van a ejecutar: “Hablamos con las personas que vamos a escoltar y coordinamos todos esos aspectos para que todo se mantenga sin contratiempos”. Para ello, todos los componentes del equipo de escolta se encuentran comunicados a través de diferentes medios de transmisión, así como con un puesto de mando para que vaya indicando si hay algún contratiempo.
Por último, todos los efectivos desplegados poseen un botiquín individual para que “en el caso de establecer combate y sufrir alguna baja podamos estabilizarla in situ y esperar a que llegue alguna ayuda para poder sanar a la persona herida”, declara el sargento Blasco.
Estos son algunos de los elementos de formación que tienen los soldados previos al despliegue, pero también es importante conocer cómo afrontan esta marcha tanto los miembros de este contingente de la Comgeceu como sus familias.
Un ejemplo claro es el teniente Sánchez. Se trata de la primera vez que es desplegado pero alega que su familia está acostumbrada porque es hijo de militar. Aun así comenta que su madre “a lo mejor es la que se preocupa más pero el resto muy bien”.
Por su parte, para el soldado Valdivieso es su primera misión y declara que con su familia no ha tenido ningún tipo de problema porque “toda ha estado siempre vinculada al Ejército, desde mi abuelo que estuvo en el Sahara hasta otros que son militares actualmente”.
Todos han estado desplegados, “entonces ha sido bastante sencillo y siempre he tenido su apoyo, así que nunca ha habido algún tipo de problema aunque bueno, las madres lo llevan distinto pero bien”.
Tampoco será la primera vez que la soldado Rojas esté desplegada en una misión con la Comgeceu ya que asegura que ya ha tenido la oportunidad de ir en dos anteriores.
“Primero estuve en Besmaya y luego en Bagdad, y la verdad es que en esta ocasión la afronto con muchas ganas ya que a mi me pilló la época en la que estaba el Covid-19, entonces tuvimos allí muchas restricciones y esta vez creo que voy a disfrutarla al máximo”.
El sargento Márquez destaca la importancia de la rapidez a la hora de ejecutar los movimientos y efectuar el disparo. “Durante un despliegue pueden surgir varios tipos de contratiempos, es por ello que la célula que se encuentra escoltando a la personalidad en cuestión tiene que tener un manejo y fluidez con las armas, para poder desenfundar el arma lo más rápido posible y efectuar un disparo certero”, argumenta el sargento Márquez.
El sargento Herranz destaca que la misión primordial es la de proporcionar seguridad a la personalidad en cuestión en el desplazamiento hasta su lugar de destino definitivos.
“En un primer momento, la función que vamos a realizar es la de dar seguridad a cierto tipo de gente desde un punto A a uno B, y consiste en que con los vehículos que tenemos hay que dar esa seguridad durante el trayecto”, declara este sargento.
Asimismo, si en algún momento de este trayecto se encuentran con algún imprevisto y tienen que intervenir para defender la integridad a la personalidad a la que están protegiendo durante el viaje.
“Tenemos ciertos procedimientos estipulados según el tipo de ataque que suframos y está totalmente estipulada, pero según cómo nos ataquen pues hacemos una cosa u otra. Está todo ya marcado y es lo que hemos estado preparándonos durante estos meses y lo que hemos hecho aquí en la preparación”, informa Herranz.
Recibir una buena instrucción sanitaria y de primeros auxilios se torna esencial para estos miembros de los cuerpos militares de la Comandancia General de Ceuta, ya que si en algún momento alguien sufre algún tipo de herida esta pueda ser tratada sobre el terreno y mantener a la persona en cuestión con constantes vitales hasta la llegada de un equipo médico.
“Al final, nuestro punto de vista es que es tan importante saber salvar la vida de un compañero como pegar tiros o cualquier otras tácticas o procedimientos que realizamos”, concreta el sargento Blasco, “por esta razón, se le da muchísima importancia y cualquiera de nosotros está perfectamente instruido para salvarle la vida a un compañero”, finaliza.
El apoyo de las familias es un elemento esencial para todos los desplegados y el ejemplo más claro de ellos es el del soldado Ruiz, que había estado previamente en el mismo emplazamiento hace un tiempo.
“La primera la viví con muchísima ilusión porque era la primera vez que yo desplegaba e iba con mis compañeros a una misión internacional y demás, pero la verdad es que esta la estoy afrontando muy bien porque los compañeros que tengo son excepcionales”, indica.
Confiesa que también tiene pena porque deja a su mujer y su familia, “pero esta es una etapa de la vida que tienes que aprovechar porque a lo mejor no vas a otra misión”, añade.
Así, explica que cuando tuvo que decirles por primera vez a sus familiares que se iba de misión les pareció muy impactante: “La primera vez que fui pues lo afrontaron de manera un poco impactante porque para ellos su hijo es militar pero al final no deja de estar en una casa con su mujer y tiene una vida normal, pero en el momento en el que les dices, ‘papá, mamá, ahora sí voy a ejercer lo que estoy entrenando todos los días’ pues al final les afecta un poco menos”.
Por otro lado, comunica que en esta segunda ocasión “están un poco más acostumbrados porque ya saben que he estado en zonas de operaciones y ellos siempre me apoyan, al igual que le ocurre a mi mujer”, explica convencido.
El aspecto psicológico es muy importante en la formación del personal que se desplegará en las diferentes misiones ya que, aunque se afronta como una parte más de la vida al servicio del Ejército, de u formación y trayectoria profesional, no quita que estas personas puedan llegar a ponerse nerviosos si aparece algún tipo de contratiempo durante la misión. Por ello reciben unas charlas y formación relativa a este tema para que lleguen totalmente preparados a la zona de operaciones.
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