¡¡¡Dios mío!!! ¡La gran luchadora en su vida, se nos ha ido! ¡Que Dios le conceda todo lo que se merece, por lo que ha pasado en esta vida; la más grande recompensa!
Vivía, por su gran tesón por vivir, con lágrimas muchas veces y con grandes impedimentos y dolores; luchando por los demás, para conseguir mejoras donde no las había. En el nombre de ellos, ¡mil gracias Mercedes! ¡Dios la premiará por todo ello! Y le concederá un lugar a Su lado. Descansa en paz, querida Mercedes Medina.
Montse Navajas






